Estados Unidos alcanzó este martes los 1.831.435 millones de casos confirmados de COVID-19, con 106.180 fallecidos, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del miércoles) es de 23.144 contagios más que el lunes a la misma hora y de 1.177 nuevas muertes.
El estado de Nueva York se mantiene como el gran epicentro de la pandemia en Estados Unidos con 373.040 casos confirmados, una cifra únicamente por debajo de las de Brasil y Rusia.
Tan solo en Nueva York han muerto 29.968 personas, seguido por la vecina Nueva Jersey con 161.545 casos confirmados y 11.771 fallecidos; Massachusetts con 101.163 contagios y 7.085 decesos; y Pensilvania, que ha reportado 77.225 positivos por coronavirus y 5.567 muertos.
Otros estados con un gran número de fallecidos son Michigan, con 5.533; Illinois, con 5.525; California con 4.306; y Connecticut, con 3.972.
El balance provisional de muertos se aproxima a las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a nivel nacional; pero ha superado ya con creces los cálculos más optimistas que hizo el presidente Donald Trump de entre 50.000 y 60.000 fallecidos.
Desde entonces, sin embargo, Trump ha aumentado su pronóstico en varias ocasiones hasta reconocer en su cálculo más reciente que la cifra final probablemente estará entre 100.000 y 110.000 muertos.
El Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para comienzos de agosto la crisis habrá dejado más de 135.000 muertes en Estados Unidos.
La semana pasada, Estados Unidos se convirtió en la primera nación del mundo en rebasar los 100.000 muertos por coronavirus, casi un tercio del total global.