Foto de referencia I EFE/Jean Marc Herve Abelard
Un grupo de 124 migrantes haitianos llegó este jueves a Puerto Príncipe después de ser deportados de Estados Unidos en plena crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus.
En el grupo de deportados había 50 menores de edad, según dijo a Efe el director de la Oficina Nacional de la Migración (ONM), Jean Negot Bonheur Delva.
Los deportados fueron trasladados en autobús a un hotel en Puerto Príncipe donde deberán cumplir 14 días de cuarentena, protocolo que aplican las autoridades haitianas a todas las personas regresadas del extranjero.
En la última tanda de deportados, llegada al país caribeño a comienzos de abril, tres personas dieron positivo en las pruebas del coronavirus, según informaron autoridades sanitarias.
Un grupo de 21 ONG haitianas y estadounidenses ha pedido al presidente haitiano, Jovenel Moise, que se niegue a recibir a más deportados, por el peligro de que propague el virus en el país más pobre de América.
"Estos vuelos de deportación no solo ponen en peligro a los deportados, sino que también amenazan con propagar el coronavirus en Haití. Como sabe muy bien, Haití está mal equipado para enfrentar una pandemia que está causando estragos en la nación más poderosa del mundo: los Estados Unidos de América", dice la carta abierta dirigida al mandatario.
Haití registra 62 casos confirmados de coronavirus y 5 fallecimientos por la enfermedad, según un boletín divulgado hoy por el Ministerio de Salud.
El Gobierno decidió cerrar las fronteras y suspender todas las actividades económicas no esenciales el pasado 15 de marzo, antes de que se notificase el primer caso en el país, para evitar la llegada de la pandemia a una nación con grandes vulnerabilidades en su sistema sanitario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han entregado a las autoridades sanitarias 500 kits con materiales de protección, como trajes, guantes y mascarillas quirúrgicas.
Los hospitales haitianos carecen de respiradores y de suficientes camas, en especial en unidades de cuidados intensivos, que serían necesarios si se agravase la situación sanitaria, según afirma la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en su último informe sobre el COVID-19 en Haití.
Sin embargo, desde la adopción de las medidas sanitarias hace un mes, el ritmo de la propagación de la enfermedad ha sido lento en el país, lo que llevó al Gobierno a permitir el pasado lunes la reapertura de las fábricas textiles.
