Un equipo de científicos de la Universidad de Queensland, en Brisbane (Australia), ha desarrollado una prueba que, en diez minutos, permite detectar las células cancerígenas y realizar un diagnóstico inicial más rápido.
La investigación, publicada en la revista Nature Communications, ha servido para analizar las diferencias en el ADN entre las células cancerosas y las que no están dañadas.
En todas las células humanas maduras, el ADN lleva unas modificaciones que se forman mediante un proceso llamado metilación que está programado genéticamente, de forma que la información genómica en las células cancerosas es significativamente diferente a la de las células sanas.
El equipo liderado por el científico Matt Trau encontró que la diferencia en el proceso de metilación de las células cancerosas influye en las propiedades físicas y químicas del ADN.
Los científicos utilizaron este comportamiento distinto para desarrollar una prueba que permite detectar el cáncer a partir del análisis de una pequeña cantidad de ADN del paciente.
Este test solo dura unos diez minutos y su resultado se puede apreciar a simple vista.
El ensayo se llevó a cabo con 103 muestras humanas de ADN, de las cuales 72 pertenecían a personas con cáncer y 31 eran de individuos sanos.
Los investigadores destacaron que, por el momento, en esta etapa de desarrollo, solo puede detectar la presencia de células cancerosas, no su tipo o el estadio en que se encuentra la enfermedad y que sería necesario analizar más muestras para poder lograr un análisis más detallado.