Quienes critican a la rapera Cardi B tienden a enfocarse en los vulgarismos que utiliza en sus declaraciones. Al parecer esperan un puritanismo de lenguaje que sencillamente no tendrá.
Estas críticas tienen mucho en común con las que se les hace a escritores que emplean “vulgarismos” para describir situaciones o caracterizar a sus personajes. Los ataques en esta dirección también apuntan a la pureza del lenguaje.
La diferencia entre Cardi B y autores como Junot Díaz, Pedro Juan Gutiérrez o Camilo José Cela es el grado de condescendencia con el que suele excusarse a la rapera. Constantemente se espera una conducta propia del clasicismo, por decirlo de algún modo.
Sin embargo, y guardando las distancias, la perspectiva que hoy tenemos de lo que hacen los raperos podría compararse a la que se tuvo en su momento las primeras obras teatrales de Lope De Vega. No hay que olvidar que entre sus continuos líos amorosos, sus múltiples diatribas con familias adineradas y las tiraderas con Góngora y sus discípulos, generaba una percepción de desagrado similar a la que hoy despiertan exponentes como Cardi B, Secreto o La Insuperable.
Si se espera un lenguaje puro, del más fino barroco español, entonces se está olvidando que, incluso, Don Quijote soltaba sus malas palabras. Basta recordar cuando decía el equivalente a hijos de p… Y ni hablar de cuál fue el público que recibió la novela de Cervantes en su momento. Los clásicos no empezaron siendo clásicos.
Ahora bien, de ninguna manera quiere decir que haya la misma riqueza semántica o intelectual entre un caso y otro. Solo se trata de comprender que los usos de la lengua en las expresiones responden a la naturaleza y los orígenes de quienes las emplean. Así, Humberto Eco es prolijo y pródigo en referencias y conceptos semióticos y filológicos, mientras que Cardi B o Monckey Black son ricos en los recursos que les dieron los barrios y callejones.
Es decir, cuando Cardi B defiende una postura sin apelar a la retórica aceptada como correcta, está conservando su identidad. Y por tanto, la lengua, con todo y vulgarismos, le funciona para transmitir su idea.
El contenido de sus obras, la trascendencia existencial que posea son otras aristas. Mientras tanto, el lenguaje entre Cardi B y Lope De Vega o Quevedo no es tan distante.
Otra cosa ya es la preceptiva, el alcance espiritual o la universalidad. Y, por desgracia, no estamos en condiciones de medir un efecto que corresponde tan solo al tiempo.
Pd: Esto es solo una visión de las cosas, como podría ser cualquier otra. Divagaciones, no más.
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