La discriminación positiva no se trata más que de una práctica, ya sea mediante la creación de leyes, de políticas públicas o el uso de recursos, que sirve para favorecer a uno o varios grupos pertenecientes a una sociedad, que históricamente han sido menoscabados a raíz de la discriminación ejercida por los poderes de facto.
Las mujeres en nuestro país y en el mundo a lo largo de la historia se han visto en desventaja, pues su participación en diferentes áreas de la sociedad ha sido limitada, y en algunos momentos históricos, nula. Como ejemplo podemos citar el área laboral, los deportes, el ámbito académico y el político.
Independientemente de las razones que hayan resultado en esta marginación de las mujeres, ninguna persona que se considere sensata se atreve a negar que a lo largo de la historia, rara vez se consideró a la mujer como un ente social de igual valor y con el derecho a la misma participación que el hombre.
Esta exclusión al género femenino se ha reflejado en la falta de participación en el ámbito de la política, cosa que no debe sorprender, pues a la mujer dominicana se le reconoció su derecho al voto en el año 1942, hace apenas 77 años.
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Las primeras elecciones presidenciales en el país fueron celebradas en el año 1844, año de la Independencia dominicana, de estas elecciones resultó ganador Pedro Santana, elegido como el primer presidente constitucional de la República Dominicana, elegido por los hombres, pues las mujeres votaron por primera vez casi 100 años después.
De esto debe resultar obvio que si la mujer no podía ni siquiera votar, si no tenía el derecho a elegir, no tenía tampoco el derecho a ser elegida. Ante la ley su condición de ciudadana era inferior a la del hombre. Al no poder hacer vida o carrera política, no tenía incidencia alguna en los cambios sociales que se llevaban a cabo en una época clave de formación de nuestra república. Hace apenas 77 años la mujer no tenía ni voz ni voto en lo concerniente a la sociedad como un todo, ni en lo concerniente a ellas mismas.
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A partir de que se reconoce el voto, inicia un proceso hacia la igualdad de los hombres y las mujeres como ciudadanos: igualdad ante la ley. Hace solo 77 años que la mujer dominicana inició una carrera en la que su contraparte masculina lleva desde el inicio recorriendo… una carrera en la que tanto los hombres como las mujeres deben llegar juntos a la meta, como un equipo.
La cuota femenina es solamente una política de discriminación positiva que busca igualar las condiciones de un terreno que ha sido desigual desde su inicio. No es una solución perfecta sencillamente porque las soluciones perfectas no existen. Las preocupaciones que algunos puedan manifestar respecto al daño que esta política podría causar al sistema de la meritocracia, serían válidas si los méritos de las mujeres fueran considerados y ponderados a la par de la de los hombres. Esta es una política que busca garantizar que las mujeres con mérito sean tomadas en cuenta.
Sería ideal que no se necesitaran este tipo de medidas, pero lamentablemente en este momento histórico en el que estamos viviendo, son necesarias para garantizar la participación y representación de la mujer en la política, en el Gobierno, en el sistema judicial y en cada organismo regulador de la sociedad. Tenemos la esperanza de que el terreno se nivele, que en esta carrera de la vida la mujer alcance al hombre y juntos lleguemos a la meta.
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