Llegar al final de la vida de manera digna y sin dolor son los principales objetivos de los cuidados paliativos, una práctica que, sin embargo, reciben todavía pocos pacientes con enfermedades crónicas y terminales a nivel mundial.
"A nivel global solo 14 % de los pacientes que requieren de estos cuidados lo reciben. Es decir, solo uno de cada 10 pueden tener acceso a ellos", aseguró este miércoles a Efe la psicóloga Juana Ramírez, citando datos del 2018 de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La especialista mexicana-colombiana explicó que cuando una persona tiene que enfrentar enfermedades tan agresivas como el cáncer, se le presentan necesidades que no solo tienen que ver con los medicamentos.
"Tienen que vivir con otras cosas, desde manejar el dolor hasta necesidades psicológicas, espirituales y de contexto social", aseveró la también directora de la empresa Sohin.
En ese sentido, dijo, es importante que los profesionales de la salud personalicen la atención "que entiendan al paciente como persona y no solo como paciente, que haya una comprensión integral del mismo como persona".
Ramírez recordó que a principios de este mes el Senado mexicano aprobó la reforma al artículo 4 constitucional para integrar los cuidados paliativos como derecho de todo los mexicanos ante enfermedades en situación terminal.
"Esto es un salto cuántico, porque cuando tenemos un paciente terminal hay mucho por hacer para que las personas tengan una muerte digna", aseveró.
La especialista destacó que en los cuidados paliativos se debe tener en cuenta a la familia, ya que generalmente es un familiar el que se queda al cuidado de una persona en estas condiciones.
"Es relevante porque pocas cosas son tan complicadas como atender a un paciente en etapa terminal, tiene otras necesidades de higiene, alimentación, medicación, por eso es crítico trabajar con el cuidador", aseveró.
La especialista resaltó que en América Latina este tema también conlleva una condición de género, ya que 97 % de los pacientes son cuidados por una mujer.
No obstante, pese a la importancia que tienen este tipo de acciones, la especialista lamenta que en Latinoamérica no haya programas gubernamentales coordinado para cuidadores ni herramientas que los ayuden a realizar esta importante labor.
"Esta necesidad ha tenido que ser suplida por organizaciones de la sociedad civil, ellos han suplido esa necesidad de apoyo", aseveró.
Señaló que leyes como la que se aprobó en México son un gran avance "para que los esfuerzos se coordinen, se articulen y se canalicen de forma más ordenada y uniforme".
No obstante, se debe seguir trabajando en asegurar mejores condiciones y atención de enfermedades en etapas terminales, solo así se podrá tener una "muerte digna".
"Los pacientes están en una necesidad gigantesca de apoyo y soporte, es triste que todavía muchos mueran en inmenso dolor, con falta de asistencia. Tenemos que estar conscientes de que todos los días de vida de una persona cuentan", indicó.
Ante este panorama, Sohin cuenta con un programa de atención al paciente de cuidados paliativos en el que participa un equipo multidisciplinar con el que buscan mejorar la calidad de vida de los enfermos y de sus familias.
El programa abarca acompañamiento y asesoría en diversas áreas, estudios para la comprensión genética de tumores y selección de tratamientos, entre otras cosas. "Lo que buscamos es que la experiencia del paciente sea más gratificante", señaló.
Finalmente, dijo que la aprobación de la reforma de ley ayudará a que este tipo de programas que actualmente se ofrecen de manera privada pueda extenderse a pacientes del sistema público de salud mexicano.