Cuatro vicepresidentas latinoamericanas exigieron este viernes en Bogotá cambios urgentes en las políticas públicas y en la mentalidad de la sociedad para hacer posible el empoderamiento de las mujeres en la región.
En la "II Reunión de Alto Nivel: el aporte de las mujeres a la Agenda 2030″, que se lleva a cabo en la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), las vicepresidentas analizaron los retos para poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas.
"Cuando una mujer se empodera, se empodera toda la sociedad y donde hay mujeres empoderadas las sociedades progresan. Ese es el mensaje", dijo al respecto la vicepresidenta de República Dominicana, Margarita Cedeño.
Para Cedeño, "las sociedades progresan solo cuando caminamos juntos", aunque reconoció "que no hay remedios mágicos" ni "soluciones permanentes" porque las sociedades son cambiantes.
Por ello, agregó que "la seguridad y la paz no se pueden obtener cuando hay discriminación por el daño a la salud mental y emocional que ello ocasiona".
En ese sentido pidió a sus homólogas abordar las brechas que separan a los géneros y hacerlo desde una óptica integral y multidireccional.
Para dar un paso más en ese sentido, invitó a sus pares a seguir llamándose "vicepresidenta, no vicepresidente", para que de este modo se cumpla el mensaje: "al pan, pan, y al vino, vino".
Como parte del primer foro del día, denominado "El aporte de las mujeres al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)", la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, alentó a trabajar más en la incorporación de las mujeres en la realidad económica latinoamericana.
"Es necesario mirar los obstáculos que no les permiten a ellas incorporarse al empleo y quitarlos mediante una alianza público-privada", afirmó.
Sin embargo, Campbell precisó que para entender la discriminación regional es necesario comprender que el tema pasa por la garantía de los derechos.
De este modo, "si las mujeres no estamos a la par de los hombres la Agenda 2030 no se va a poner cumplir", expresó.
Y es que, según la vicepresidenta costarricense, "está comprobado que cuando hay mujeres comprometidas y claras en puestos de poder se abren las puertas para otras mujeres".
En el mismo orden de ideas se pronunció la vicepresidenta de Panamá, Isabel de Saint Malo, para quien es preocupante que en la región persista el machismo.
"El status quo es perverso, por lo que el trabajo de concienciación debe seguir porque todavía hay temas culturales que perpetúan la inequidad", indicó.
Como parte de esa labor, De Saint Malo recalcó "que el esfuerzo debe estar orientado a prevenir la deserción escolar porque una niña que se educa va a tener las herramientas para no convertirse en víctima".
A su turno, la vicepresidenta colombiana y anfitriona del encuentro, Marta Lucía Ramírez, precisó que uno de los principales desafíos del país es lograr que todos los ministerios del Gobierno tengan metas concretas para comprometerse con la igualdad de género.
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"El impulso a las mujeres debe ser algo permanente, no dependiendo del Gobierno de turno", aseveró.
Finalmente, Jafeth Cabrera, vicepresidente de Guatemala y único hombre presente en el panel, moderado por la secretaria general de la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), Gina Magnolia Riaño, comentó que durante el ejercicio de su labor como médico ha sido testigo de la desigualdad.
"Yo, como médico, he vivido esa desigualdad marcada por el machismo de los pueblos latinoamericanos y que hace que las mujeres indígenas se embaracen hasta diez veces porque sus maridos preferían tenerlas así para que no se fijen en otros hombres", denunció Cabrera.
Ante esta situación, el vicepresidente guatemalteco señaló la importancia de "trabajar en un cambio de cultura en América Latina para borrar las situaciones de desigualdad".
"Si logramos cambiar el machismo mediante la educación las cosas van a cambiar porque se puede plasmar una ley de participación política de las mujeres, pero si no cambiamos la cultura y no respetamos a la mujer desde el seno del hogar todo seguirá igual. Es la conducta humana la que debe cambiar", puntualizó Cabrera.