Foto: Janisse Del Villar
La discriminación laboral puede presentarse de diferentes formas; a nivel mundial se habla de discriminación racial, por edad, por género, por apariencia física. Hace unos días en nuestro país se dio un caso específico en el que una joven se vio en una situación discriminatoria por su tipo de pelo. Ella explicó que tenía meses en búsqueda activa sin éxito hasta este momento en que creía que había encontrado, pero para su sorpresa no pudo aceptar, ya que entre los requerimientos de la empresa, uno era que se peinara de un modo distinto para ocultar el “pelo rizo”.
Este es un tema que no es bien visto desde ninguna perspectiva, pero que ocurre diariamente en las empresas, y si me preguntaran a qué se debe, tendríamos que analizar el motivo que tienen las organizaciones para crear estas políticas, ya que las políticas siempre responden a requerimientos operativos y de rentabilidad. Nuestra realidad como nación es que somos una raza de origen mestizo, en que predomina el pelo rizo, pero que, de igual manera, encontramos mujeres con un pelo totalmente lacio que es la minoría y que por sus rasgos, que son más escasos, son consideradas de mejor apariencia.
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Considerando que las empresas organizadas, hacen estudios de mercado, análisis del comportamiento de los consumidores, entre otros estudios, con la finalidad de entender lo que quiere la gente y cómo ser más aceptados por los consumidores y que se crean con fines lucrativos, hay que deducir que todas las políticas que adoptarán serán para cumplir con este fin. No se trata de si la empresa es justa o injusta, ante la naturaleza de las empresas no hay muchas opciones ya que el fin está muy claro y es generar rentabilidad.
Por eso, en este tema no podemos quedarnos en la superficie, hay que ir más profundo y preguntarse: ¿Qué le están diciendo los consumidores a las empresas? ¿Por qué las empresas tienen que adoptar estas políticas? ¿Cuál es la finalidad de políticas discriminatorias, injustas e incoherentes como estas? ¿Será que en esos análisis los resultados arrojan más aceptación a ciertas apariencias físicas? Estamos ante un problema social, en que todavía tiene mucho peso la apariencia física, en que el comportamiento de los consumidores, que es el que fija las estrategias y políticas organizacionales, le está diciendo a las empresas, que si le importa el peinado que tenga la persona que le atienda.
No voy a decir que la culpa la tienen los consumidores, tampoco la empresa, o la empleada, lo que sí deja claro el hecho de que haya empresas que tengan este tipo de políticas es que como sociedad, aunque hemos avanzado mucho, tenemos mucho trabajo, porque estamos aún muy lejos de donde deberíamos estar.
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