Investigadores de la Universidad de Cambridge publicaron en la revista Nature un estudio sobre una innovadora técnica para analizar el desarrollo de la placenta humana mediante cultivos de laboratorio, que permitirá aumentar el conocimiento sobre enfermedades durante el embarazo.
El proceso consiste en la creación de organoides, es decir, de modelos miniaturizados de un órgano que se desarrollan en el laboratorio y que permiten conocer mejor cómo se desarrolla una placenta en la gestación.
De este modo, se podrán estudiar muchos trastornos que se producen durante ese proceso como la preeclampsia, la restricción del crecimiento y la muerte fetal, que tienen su origen en un crecimiento anormal del feto dentro de la placenta durante el primer trimestre.
Hasta ahora el conocimiento de la placenta humana era limitado debido a la falta de modelos funcionales creados en el laboratorio con los que poder experimentar, por lo que el desarrollo de organoides va a permitir ensanchar las indagaciones en este campo.
Los científicos, liderados por la profesora de la Universidad de Cambridge, Ashley Moffett, utilizaron la generación a largo plazo de cultivos organoides creados a partir de células trofoblásticas que se extraen de la placenta durante el primer trimestre, entre las seis y las nueve semanas de gestación.
Los cultivos crecieron rápidamente y desarrollaron estructuras organoidales tridimensionales durante los primeros quince días e, incluso, tres cultivos seleccionados al azar siguieron creciendo de forma sana después de un año.
Estos organoides permitirán estudiar también los cambios fisiológicos, metabólicos y hormonales que ocurren durante el embarazo.