La oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela aprobó este lunes extender su funcionamiento hasta al menos el 31 de diciembre de 2020, en un nuevo decreto que sustituye la anterior resolución de agosto de 2017 que establecía su vigencia por al menos dos años.
"(Se) decreta establecer la vigencia del funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, poder plenipotenciario de la nación (…) al menos hasta el día 31 de diciembre de 2020″, dijo el presidente de la ANC, Diosdado Cabello, al finalizar un debate sobre la vigencia de este órgano, no reconocido por la oposición y parte de la comunidad internacional.
Con el decreto, la vigencia de la Asamblea Constituyente se extiende un año y cinco meses más, debido a que su instalación fue el 4 de agosto de 2017, en medio de las grandes protestas organizadas por la oposición y en que las que murieron más de 120 personas.
La extensión de su funcionamiento fue una propuesta hecha por el asambleísta Pedro Carreño a fin de "defender al pueblo" de supuestos "ataques de la derecha", y fue una decisión que contó con el apoyo de constituyentes que fueron electos, pero que dejaron sus cargos en el foro debido a que pasaron a ejercer otros puestos en el Gobierno.
Tal fue el caso del ahora ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, quien en 2017 fue electo constituyente, y que en el debate se encargó de dejar claro que la Asamblea trabajará "hasta que cumpla su función".
El exconstituyente indicó que si para el 31 de diciembre del próximo año el foro no ha cumplido con la reorganización del Estado, entonces seguirá trabajando.
La ANC se instaló en agosto de 2017 con 545 miembros, todos simpatizantes del chavismo, y su función principal es redactar una nueva constitución, de la cual, hasta el momento, no se conocen detalles.
Su elección ocurrió en medio del rechazo opositor y tras unos comicios que fueron ampliamente cuestionados debido a que la propuesta no fue llevada un referéndum previo, como ocurrió en 1999 cuando se eligió a una asamblea constituyente que redactó la actual carta magna.
Además, el órgano fue desconocido por buena parte de la comunidad internacional luego de que Smarmatic, la empresa que brindó soporte al Consejo Nacional Electoral (CNE) para el recuento de los votos durante años y hasta esas votaciones, señalara que los resultados de los comicios fueron manipulados por las autoridades electorales.