El nuevo secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emprenderá la próxima semana su primera gira internacional, que lo llevará a Panamá, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y República Dominicana.
Así lo informó este jueves a la prensa la nueva portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
El primer viaje oficial de Rubio está pautado para comenzar la próxima semana.
Rubio, el primer secretario de Estado de origen hispano en la historia de EE.UU., ha priorizado América Latina en su agenda inicial, señalando que la región es “donde vivimos” y que no será ignorada, según declaró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, al confirmar la gira.
“Nosotros no vamos a seguir dejando de lado a la región como han hecho otras administraciones”, declaró Bruce. “Tratar con los países vecinos es un elemento vital para atajar la migración, las cadenas de suministro y el crecimiento económico, que son claves para los objetivos del secretario Rubio en política exterior: unos Estados Unidos fuertes, prósperos y seguros”.
Rubio, quien habla español con fluidez y tiene un profundo conocimiento de la región, ha sido un aliado leal de Trump desde que abandonó su propia candidatura presidencial en 2016. Su nombramiento como secretario de Estado fue interpretado como un guiño a los votantes hispanos, un electorado que mostró un apoyo significativo a Trump en las últimas elecciones.
El Canal de Panamá: un punto central de la gira
Uno de los temas más destacados de la gira será la gestión del Canal de Panamá, una infraestructura estratégica que ha generado tensiones entre EE.UU. y Panamá en los últimos años.
Trump ha expresado repetidamente su deseo de “recuperar el control” del canal, argumentando que Panamá ha permitido que China aumente su influencia en la zona. Aunque Beijing no controla directamente el canal, dos puertos en sus extremos son propiedad de una empresa hongkonesa, lo que ha alimentado las preocupaciones de Washington.
“China está operando el canal de Panamá, pero no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá, y lo vamos a recuperar”, afirmó Trump durante su discurso de investidura el pasado lunes. El presidente también ha acusado a Panamá de cobrar tarifas “exorbitantes” a los buques estadounidenses y no ha descartado el uso de la fuerza para asegurar el control del crucial paso interoceánico, que EE.UU. construyó y cedió a Panamá durante la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981).
Rubio, quien durante su audiencia de confirmación en el Senado respaldó las preocupaciones de Trump sobre la influencia china en la región, ha descrito la situación como “un asunto legítimo al que hay que responder”.
Su visita a Panamá será clave para abordar este tema y explorar posibles acuerdos que satisfagan los intereses de ambas naciones.
Migración irregular: una prioridad de la administración Trump
Otro eje central de la gira será la lucha contra la migración irregular hacia EE.UU., un tema que ha dominado la agenda doméstica y exterior de la administración Trump.
Rubio, hijo de inmigrantes cubanos, ha descrito la migración como “uno de los fenómenos de mayor consecuencia de nuestra era” y ha prometido una política exterior pragmática para “frenar la migración masiva” y “garantizar la seguridad de las fronteras”.
En un memorando enviado a los trabajadores del Departamento de Estado tras su incorporación al cargo, Rubio subrayó que la institución ya no llevará a cabo actividades que “faciliten o alienten la migración masiva”. En su lugar, las relaciones diplomáticas con otros países, especialmente en el Hemisferio Occidental, priorizarán “la seguridad de las fronteras de Estados Unidos, detener la desestabilizadora migración ilegal y negociar la repatriación de los inmigrantes ilegales”.
Esta postura se alinea con los decretos firmados por Trump al inicio de su segundo mandato, que buscan facilitar la expulsión de migrantes en situación irregular y bloquear el acceso de quienes no cuenten con visa. Sin embargo, queda por ver cómo países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, con los que EE.UU. mantiene relaciones tensas, responderán a las solicitudes de repatriación.
Apoyo a la democracia en Venezuela
Además de los temas migratorios y el Canal de Panamá, Rubio ha mantenido un diálogo activo con líderes de la oposición venezolana, reafirmando el apoyo de EE.UU. a la restauración de la democracia en el país sudamericano. Este miércoles, el secretario de Estado sostuvo una reunión telemática con Edmundo González Urrutia, a quien Washington considera el presidente legítimo de Venezuela, y con la líder opositora María Corina Machado.
“El secretario Rubio reafirmó el apoyo de Estados Unidos a la restauración de la democracia en Venezuela y a la liberación incondicional e inmediata de todos los presos políticos, en línea con las aspiraciones democráticas pacíficas del pueblo venezolano”, indicó Tammy Bruce ayer. Machado, por su parte, destacó la relevancia que el gobierno estadounidense otorga a la situación política y social de Venezuela, subrayando que “la transición a la democracia en Venezuela es crucial para la estabilidad regional y la seguridad de nuestro hemisferio”.
Rubio, quien desde su etapa en el Senado ha sido un crítico férreo de las dictaduras de izquierda en América Latina, ha calificado al régimen de Nicolás Maduro como un “narcogobierno” y ha abierto la puerta a imponer sanciones adicionales, incluida la posible retirada de la licencia que permite a Chevron extraer petróleo en Venezuela.