Los jugadores del FC Barcelona, el francés Antoine Griezmann y el brasileño Rafinha, celebran gol / EFE | Foto: Alejandro García.
La ausencia otra vez de Lionel Messi por lesión preveía un partido contra el Betis de máximo riesgo, sobre todo si el Barcelona no era capaz de ganar, ya que el Camp Nou podría reaccionar mal tras el tropiezo de San Mamés, y el fantasma de la contratación de Neymar cobraría mayor interés.
Al final, el Barça se sobrepuso a las bajas, jugadores como Antonine Griezmann y Sergio Busquets, entre otros, cuajaron un gran partido y el encuentro acabó 5-2, en el que más que el resultado el equipo de Valverde dejó una imagen muy buena.
Estas son algunas de las claves que mejoraron contra el Betis al Barça de San Mamés:
La presión
El Barcelona sacó una de sus mejores armas en los últimos años, la presión. Ahogó al Betis en todos los espacios del campo, pero especialmente en la creación desde el área de Dani. En las pérdidas, los azulgranas se echaban nuevamente sobre el rival hasta recuperar el balón. Fue un festival de cómo se ejerce la presión en conjunto. De ello, el balón casi siempre estuvo en los pies de los azulgranas.
Griezmann se buscó la vida
Ernesto Valverde disculpó la actuación del francés en San Mamés y reclamó un mejor juego en el centro del campo para habilitar el fútbol de sus atacantes, aunque a Griezmann le lanzó un aviso: "Se tiene que buscar más la vida".
Antoine Griezmann no defraudó ante su nuevo público en el primer partido oficial: estuvo en todas las salsas, combinó bien y definió mejor, con dos tantos que ayudaron a los suyos a remontar el 0-1. Capitaneó a un equipo huérfano de Messi y lo hizo a un gran nivel. Si había alguna duda sobre él, el francés la fulminó contra el Betis en un partido excelente.
El Barça sabe vivir sin Messi
La ausencia por lesión de Lionel Messi, quien aún no ha jugado ni un solo minuto este curso, fue un duro golpe el sábado cuando Valverde dio la convocatoria para el partido del Betis. No iba a ser la primera vez que los azulgranas iban a jugar sin su estrella, ni tampoco iba a ser el primer partido de máximo nivel que el Barça cuajaría sin él.
Pero después del desastre ofensivo contra el Athletic Club, la ausencia de Messi cayó como una losa, y más cuando el equipo azulgrana iba cojo en ataque, sin Dembélé ni Luis Suárez.
La cantera sigue funcionando
La actuación de Carles Pérez en el extremo, el reencuentro con la mejor versión de Sergi Roberto como centrocampista, el partidazo de Sergio Busquets, a veces señalado como un jugador que va a la baja, y el debut del joven de 16 años Ansu Fati devolvió la ilusión a una parroquia azulgrana que lleva unas temporadas con la mosca detrás de la oreja por el escaso aporte de La Masia al primer equipo.
La actuación global de los jóvenes azulgranas anoche contra el Betis convenció a los aficionados de que el club debe estar más pendiente de su factoría que del mercado.
Valverde necesitaba un partido redondo
Valverde, ganador de dos Ligas en los últimos dos años, está en el punto de mira de los seguidores por los sonados tropiezos del Barça en Europa y por no dar casi oportunidades a la Masia. Anoche se encontró en las puertas de lo que podría haber sido un problema mayúsculo: Sin Messi, casi sin delanteros y el vértigo de que una derrota fuese la excusa para que el club se lanzase a la desesperada a por Neymar o que la afición empezase a reclamar cabezas.
Echó mano de la cantera, convenció a los suyos de la importancia de la presión y apostó por un centro del campo en el que Busquets debía ser nuevamente el eje de todo. Le salió perfecto, a excepción del tanto con el que el Betis se adelantó. Ahora, nadie duda de que Valverde tiene potencial para sacar lo mejor de la plantilla y de La Masia.
Busquets, De Jong y Roberto, el medio campo
Valverde experimentó con un medio del campo en San Mamés que no resultó. Se esperaba que echase mano de Rakitic, pero por segundo partido consecutivo el croata se quedó en el banquillo. Contra el Betis recuperó a Busquets en el eje, y envió a los costados a De Jong y Sergio Roberto.
La respuesta fue un Barça más equilibrado, con mejor repartición de los espacios y con una respuesta inmediata a la presión, con gran resultado. Busquets volvió a cuajar un partido excelente, De Jong fue un gran complemento y Roberto acabó siendo uno de los mejores asistentes de gol.