China demandó este viernes a Estados Unidos más "flexibilidad" si quiere lograr avances con Corea del Norte, después de que Washington convocase una vez más al Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar el último ensayo con misiles de Pionyang.
Según el embajador chino ante Naciones Unidas, Zhang Jun, el Gobierno estadounidense debería plantear propuestas "más prácticas, más flexibles" y que "den acomodo a las preocupaciones" de Corea del Norte si quiere que el país asiático cambie su actitud.
"La clave para resolver este asunto ya está en manos de Estados Unidos", defendió el diplomático en declaraciones a los periodistas antes del comienzo de la sesión, celebrada a puerta cerrada.
La reunión convocada por Washington llegó después de que el pasado domingo Corea del Norte probase un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) por primera vez desde 2017, un test que culmina la escalada armamentística lanzada durante este mes por el régimen y que eleva su órdago frente a Estados Unidos.
El incremento de los ensayos llega después de unos años de más calma a raíz del proceso de diálogo que mantuvieron el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, y que se cerró sin resultados en firme.
Para el embajador chino cualquier solución pasa por el diálogo entre las dos partes, tal y como mostraron las cumbres mantenidas entre Trump y Kim, que llevaron a Corea del Norte a suspender las pruebas de misiles.
Mientras, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, aseguró que su país sigue dispuesto a reunirse con las autoridades norcoreanas "sin condiciones previas" y lamentó que hasta ahora hayan rechazado las conversaciones.
Preguntada por los periodistas, Thomas-Greenfield no descartó la posibilidad de que eventualmente el presidente estadounidense, Joe Biden, pueda reunirse con Kim, pero dejó claro que ese día no está cerca.
"Si las condiciones se dan, seguro que lo consideraríamos, pero ahora mismo estamos en una situación en la que no hemos podido traer (a los norcoreanos) a la mesa diplomática para ningún tipo de discusión", apuntó.
La embajadora estadounidense compareció ante los medios después de la reunión de hoy para leer una declaración conjunta firmada junto a otros miembros del Consejo de Seguridad en la que condenaron el último ensayo norcoreano y pidieron al resto de países que apoyen un mensaje oficial al respecto, que hasta ahora no se ha producido por falta de consenso.
"El precio del silencio del Consejo es demasiado alto", señalaron EE.UU. y sus aliados, apuntando que ello sólo contribuirá a envalentonar a Pionyang y a hacer que continúe con sus ensayos, que violan las resoluciones de la ONU.
Mientras, el embajador chino había defendido antes de la cita que su país sólo apoyaría una declaración del Consejo de Seguridad si era algo que pudiese contribuir a rebajar la tensión.
China y Rusia, que han evitado apoyar las condenas de Washington y otras capitales a los ensayos norcoreanos, han tratado de impulsar en los últimos meses una resolución en la ONU que ofrezca a Kim un alivio de las sanciones internacionales a cambio de suspender las pruebas de armamento.
La iniciativa, que no ha prosperado, fue hoy muy criticada por Thomas-Greenfield, que preguntada por los periodistas aseguró que una medida de ese tipo sólo serviría para "premiar" al Gobierno norcoreano "por su mal comportamiento".