Miles de simpatizantes del Gobierno venezolano marcharon este lunes en Caracas en una movilización convocada para manifestarle apoyo al presidente Nicolás Maduro luego del presunto atentado con drones de hace nueve días.
Mientras, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) denunció que el poder en el país utiliza la violencia represiva para perseguir y someter arbitrariamente a la disidencia política, usando como excusa la supuesta conspiración.
Los partidarios del oficialismo marcharon desde varios puntos de la ciudad con banderas, afiches de Maduro y pancartas rechazando el supuesto intento del 4 de agosto, realizado en un acto con militares en la céntrica avenida Bolívar.
Los manifestantes llevaron sus camisetas rojas y banderas del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la movilización que fue bautizada como "La patria llama" y que avanzó hasta la céntrica Plaza Carabobo.
"Repudiamos el magnicidio frustrado", "cárcel para los responsables", fueron algunas consignas que se escucharon en el recorrido, que arrancó en el barrio popular de Petare, en el este de Caracas, y atravesó sin incidentes el municipio de Chacao, reducto de la oposición venezolana.
En la marcha también se vieron fotografías de los diputados opositores Juan Requesens y Julio Borges, quienes fueron acusados por Maduro de concebir el atentado con drones cargados de explosivos.
Maduro también señaló al ex presidente colombiano Juan Manuel Santos de haber participado en el complot, cuyo objetivo, según afirmó, era asesinarlo.
Distinto a otras marchas del oficialismo, Maduro no participó en la clausura de la manifestación y la prensa oficial dijo que estaba reunido con ministros del área económica, afinando la puesta en marcha de la reconversión monetaria de la próxima semana, que suprimirá cinco ceros a la moneda, en medio de la espiral hiperinflacionaria.
En la tarima principal, el segundo hombre del chavismo, Diosdado Cabello, repitió la versión oficial de que la "derecha", como llama a la oposición, está involucrada en el intento contra Maduro.
"Tiene que haber justicia para que haya paz. No puede haber intocables en el caso del (intento de) magnicidio contra Maduro. (La oposición) anda diciendo que no tiene nada que ver. Todo indica que la derecha está involucrada", dijo en el último discurso de los dirigentes del chavismo.
Agregó que nadie puede estar a favor de un crimen para hacerse del poder político.
"La derecha no tuvo escrúpulos y preparó el magnicidio contra nuestro hermano Nicolás Maduro, magnicidio que afortunadamente fue frustrado, que no tuvo éxito porque hoy nosotros caminamos con la paz, pero si llegan a tocar a Maduro garantizamos que vamos a marchar, a combatir y a vencer por la patria", afirmó.
En la jornada, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) difundió una declaración en la que alude a la detención del diputado opositor Juan Requesens y la acusación contra su colega Julio Borges por sus supuestos vínculos con el atentado.
Los obispos dijeron que quienes manejan el poder en Venezuela usan la violencia represiva, con la cual violan las leyes y los derechos humanos, buscando ejercer el control social y el quiebre de la disidencia.
"Lamentablemente en el país quienes se sienten con poder están usando la única arma de los que no tienen razón: la violencia represiva. Para ejercerla están violando leyes, los articulados de la Constitución nacional y los derechos humanos", dijo el comunicado.
Señaló que "perseguir, someter y enjuiciar arbitrariamente es el componente que se observa, mientras hay una multitud de pueblo que pide alimentos, medicamentos, luz eléctrica, transporte público, gas, sueldos dignos, detener la inflación. Pero nada de esto está ocurriendo; por el contrario, se quiere ejercer un control social y se promueve el quiebre de la disidencia".