El ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez, instó este lunes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a que "actué con urgencia" para frenar la crisis sociopolítica, sanitaria y de violencia que padece Haití, ante la que "no hay tiempo que perder".
Así lo planteó en la reunión que el órgano de la ONU celebra este lunes para dilucidar las acciones a tomar frente a la situación de Haití, ante la que se plantean dos posibles resoluciones: una que supone sancionar a los responsables de la violencia y los bloqueos en el país y una segunda destinada a acoger positivamente el despliegue de una fuerza internacional ajena a Naciones Unidas.
"Estamos frente una crisis humanitaria y de seguridad sin precedentes en Haití, es menester abordarla con la urgencia que amerita el caso, no hay tiempo que perder", dijo Álvarez en su intervención, en la que apeló "una vez más al Consejo de Seguridad a que utilice todos los recursos a su alcance para revertir el curso de esta situación y evitar que desborde las fronteras de nuestro país".
República Dominicana ya ha manifestado su respaldo a la solicitud hecha por el primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien el 7 de octubre pidió el apoyo de una fuerza armada internacional para ayudar a asegurar el libre movimiento de agua, combustible y material médico para evitar que la situación en el país se deteriore aún más.
Asimismo, el Gobierno dominicano "apoya un régimen de sanciones y embargo de armas contra individuos e instituciones" ante esta crisis que "amenaza la existencia de buena parte del pueblo haitiano", que padece la "normalización de la violencia".
El canciller se refirió también al resurgimiento del cólera en este contexto de violencia a manos de las pandillas, lo que "podría significar la pérdida de miles de vidas adicionales, ante la cual "la comunidad internacional debe actuar con presteza", ya que, alertó, "nos encontramos en un punto de inflexión cuya prioridad es pacificar y llevar toda la ayuda humanitaria posible".
Actualmente y "a la luz de lo que todos sabemos, es legítimo esperar que el Consejo de Seguridad responda favorablemente a las repetidas solicitudes de acción" en Haití para frenar "los excesos, tropelías y crímenes de las pandillas armadas", acciones que deben ser paralelas a un proceso político inclusivo liderado por los propios haitianos, señaló.
El 9 de octubre, tras la solicitud de Henry, el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso el envío a Haití de una "fuerza de acción rápida" compuesta por militares de uno o varios países para ayudar al Gobierno a recuperar el control de Puerto Príncipe de las bandas armadas que actualmente dominan partes de la capital y desbloquear el suministro de combustible y otros productos básicos.
En su comparecencia en la sesión de este lunes, la enviada de la ONU para Haití, Helen La Lime, lanzó una invitación a los socios de Haití para que consideren el envío de una fuerza de intervención como "una cuestión de urgencia" que fue recogida por Estados Unidos, que se mostró dispuesto a apoyarla directamente, habilitarla y proporcionarle recursos.