El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a insinuar este lunes que quienes hayan contraído y superado la covid-19, como es su caso, no deberían vacunarse, y reiteró que los laboratorios deben demostrar la eficacia de los antídotos.
"¿Quién ya fue infectado, como yo, tiene que vacunarse? Eso es impresionante", declaró el líder de la ultraderecha brasileña a un pequeño grupo de seguidores a los que saludó a las puertas de su residencia oficial en Brasilia.
Bolsonaro, cuyo Gobierno prevé comenzar el plan de vacunación contra el coronavirus a fines de febrero o marzo, también insistió en que si el país aún no cuenta con antídotos aprobados no es por responsabilidad de las autoridades.
"Si los laboratorios están interesados en vendernos la vacuna, por qué no presentan la documentación" a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), órgano responsable por la aprobación de los medicamentos que se aplican en el país, indicó.
"Dicen que yo tengo que ir atrás (de los laboratorios), pero no es así. Si yo fuera el vendedor, tengo que presentar los documentos" que atesten la eficacia de la vacuna, sostuvo Bolsonaro.
El presidente recordó que su Gobierno ya ha decidido destinar la suma de 20.000 millones de reales (unos 4.000 millones de dólares) a la compra de vacunas, de las que aún no tiene una dosis pero negocia con los laboratorios Pfizer, AstraZeneca-Oxford, Moderna, Janssen y Bharat Biotech.
Insistió además en su desacuerdo con una cláusula que, según ha afirmado, consta en los contratos discutidos con los laboratorios, la cual dice que "ellos no se responsabilizan por los posibles efectos colaterales" que una vacuna pueda causar.
"Eso no es un detalle", subrayó el gobernante, quien enfatizó que "las cosas (por la vacunación) no se pueden hacer corriendo, porque se trata de la vida del prójimo".
Brasil es uno de los países más golpeados por la pandemia, sólo por detrás de Estados Unidos y la India, y si bien el Gobierno ya ha presentado un plan de vacunación, su inicio está previsto para fines de febrero o marzo del año próximo.
Según las líneas generales de ese plan, la vacunación de los 210 millones de brasileños sería hecha en cinco fases y un plazo total de 16 meses.
De acuerdo con el último boletín oficial, divulgado este domingo, el país ya acumula poco más de 190.000 fallecidos y casi 7,5 millones de contagios, y en las últimas semanas ha registrado un incremento de las cifras diarias, lo cual, según los especialistas, significa que ya enfrenta una segunda ola, sin haber superado la primera.