El político italiano Silvio Berlusconi avanzó su voluntad de lanzar su candidatura al Senado en las elecciones generales del 25 de septiembre, nueve años después de su expulsión de esa cámara por su condena por fraude fiscal.
"Lo estoy pensando, porque he recibido presiones de mucha gente, también de fuera de 'Forza Italia' (su partido conservador). Por lo tanto creo que al final me presentaré al Senado", dijo durante una entrevista a "Radio Anch’io", de la emisora pública italiana.
La formación de Berlusconi competirá en las elecciones generales del 25 de septiembre coaligada con los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y la Liga de Matteo Salvini, una alianza para la que las encuestas vaticinan una holgada ventaja.
El magnate y tres veces primer ministro, que cuatro día después de los comicios cumplirá 86 años, representa a la tercera fuerza dentro de esa coalición, con en torno a un 8 % de votos en los sondeos.
Ahora, a pesar de sus frecuentes problemas de salud, aspira a volver al Senado del que fue expulsado en noviembre de 2013 a causa de su condena a cuatro años de prisión por fraude fiscal, lo que marcó su fin en el Parlamento tras 20 años de presencia continua.
La sentencia, que le hizo cumplir un año de servicios sociales, también le prohibió ocupar cualquier cargo público y no pudo hacerlo hasta que en las elecciones al Parlamento Europeo del 2019 obtuvo un escaño en la Eurocámara por el Partido Popular Europeo.
Por otro lado, Berlusconi insistió en que, según las reglas de la coalición derechista, el partido que más votos obtenga será el que proponga al jefe del Estado un nombre para primer ministro y, según las encuestas, la primera fuerza del país será la encabezada por Meloni.
Por eso, el político casi nonagenario defendió a su aliada: "Si será Giorgia Meloni estoy seguro de que se demostrará adecuada a esta difícil responsabilidad", auguró.
Asimismo, prometió que, en caso de triunfo de la derecha, Italia será leal a la Unión Europea y a la Alianza Atlántica, a pesar de la simpatía de Salvini por el presidente ruso Vladimir Putin y la amistad de Meloni con el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
"La presencia de 'Forza Italia' en el Gobierno será en cualquier caso una absoluta garantía de europeísmo y atlantismo", respondió Berlusconi, preguntado por la posibilidad de que la tercera potencia europea de un giro soberanista con Salvini y Meloni en el poder.
El político dirige a su formación desde su mansión, delegando la campaña electoral a su mano derecha, Antonio Tajani, y fue uno de los causantes de la caída del Gobierno de Mario Draghi y de este adelanto electoral, junto a Salvini y el Movimiento 5 Estrellas.