El Campeonato Nacional de Béisbol de Nicaragua fue suspendido durante dos semanas a partir de este viernes por la presión de clubes y peloteros tras la muerte por COVID-19 del entrenador Carlos Aranda, del equipo San Fernando.
Los juegos del torneo semiprofesional Germán Pomares Ordóñez, que disputan 12 clubes, se reanudarán el 5 de junio.
Algunos de los conjuntos habían solicitado la suspensión de la Liga mucho antes de la muerte de Aranda, el miércoles pasado.
Al menos nueve jugadores del conjunto más popular de Nicaragua, el Bóer, ya habían anunciaron el jueves que no jugarán por temor al contagio.
En la plantilla del San Fernando al menos han resultado contagiadas nueve personas, entre jugadores y entrenadores, Ante esta situación pidieron no jugar la serie contra el Bóer prevista del viernes al domingo pasados. Por los directivos negaron la solicitud.
Los peloteros de ambos equipos jugaron con mascarillas, y el Bóer ganó la serie por paliza. El San Fernando, cuyo entrenador, entonces estaba siendo atendido por COVID-19 en un hospital, necesitó utilizar a sus jardineros como lanzadores.
A mediados de la semana la CNBS suspendió dos series, de un total de seis, como parte de su política de no detener las actividades deportivas, que coincide con la orden del presidente Daniel Ortega, según la cual, la economía no se puede detener.
Ortega ha sido criticado por su posición frente a la pandemia, que incluye no establecer restricciones, aceptar mínimas acciones de prevención, y promover actividades de aglomeración, a las que asisten sandinistas que luego son enviados a realizar visitas casa por casa.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la Organización de los Estados Americanos, han expresado su preocupación por la situación en Nicaragua, donde tampoco se ha dejado de practicar otros deportes.