El ginecólogo como profesional de la salud en su rol de especialista y como médico de atención primaria tiene la oportunidad de diagnosticar o detectar enfermedades de toda índole. Una vez en la práctica, actuamos de acuerdo a la individualización de cada caso dependiendo de la experiencia, características e intereses profesionales cuyo común denominador será la satisfacción de nuestra paciente.
Una consulta médica ideal debe iniciar con el interrogatorio, si bien es cierto que el método científico inicia con la observación en el caso particular de una cita médica ginecológica debe ir acompañado de una buena historia clínica, donde se pregunta a la mujer sobre padecimientos nuevos o en evolución. Se hace énfasis en los antecedentes médicos personales, familiares, sociales, quirúrgicos, hábitos tóxicos, medicamentosos, sobretodo el uso de anticonceptivos.
También indagamos sobre patrón menstrual y la regularidad de las menstruaciones, fecha de su última citología cervical, así como los antecedentes obstétricos de la paciente; cantidad de embarazos, si ha tenido abortos, cuantos hijos, cuales fueron vía vaginal o cuales fueron vía cesárea.
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Una vez terminado el interrogatorio procedemos al examen físico el cual debe realizarse de manera integral, por sistemas; enfocándonos en los órganos que mayormente afectan la salud femenina entiéndase mamas y órganos genitales: vagina, cérvix, útero y ovarios.
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer a nivel mundial, es por ello que se hace la recomendación del autoexamen mamario para detectar de manera precoz cualquier anormalidad sospechosa en las mamas, el medico en su examen ginecológico observa la contextura mamaria, su simetría, tamaño y palpa ambas mamas en orden de las manecillas del reloj dividiendo cada mama en 4 cuadrantes en busca de nodulaciones, tumoraciones y datos que nos permitan manejar de manera atinada cualquier hallazgo positivo, el examen mamario termina con una gentil presión en el pezón en busca de secreciones a través de este.
Dado que la incidencia del cáncer mamario es dependiente cuasi directo de los antecedentes familiares y la edad de la paciente; estos dos factores además de los hallazgos en el examen nos llevan a la indicación de estudios de imágenes ya sea sonomamografia o mamografía.
La exploración de los órganos genitales femeninos se realiza en posición decúbito supino, en una camilla de exploración ginecológica que permita la facilidad de dicho examen, una vez colocada la paciente en posición; evaluamos las características de los genitales externos, buscamos presencia de verrugas, vesículas, tumoraciones, ganglios linfáticos, siempre es necesario informar a la paciente cada paso de la valoración o avisar antes de realizarla.
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Para la valoración genital se coloca un especulo, material plástico o de metal de diversos tamaños pero que se ajustan a la longitud o laxitud vaginal, la finalidad de la especuloscopia es valorar la epitelizacion de la vagina y el cérvix o cuello uterino que es la porción más externa del útero por lo que nos permite evaluar sus características macroscópica, es de esta porción anatómica donde se toma muestra para citología o realización de Papanicolaou cuya técnica de fijación puede ser en base liquida o de manera tradicional sobre un portaobjetos.
La valoración vaginal incluye la aparición de secreciones vaginales y su valor clínico dependerá de su cantidad, color y consistencia, siempre será necesario en estos casos tomar muestra para cultivar dichas secreciones y determinar un agente causal de infecciones.
Muy a menudo se realiza una exploración bimanual mediante un tacto vaginal para puede valorar el tamaño del útero, sus anexos, su movilidad y presencia de dolor a la movilización del cérvix. En caso de mujeres histerectomizadas y anexectomias previas, la exploración bimanual sigue siendo útil y permite descartar otros trastornos del aparato genital de la mujer.
La exploración vaginal bimanual se realiza introduciendo los dedos índice y medio en dirección a la localización del cérvix, se evalúa temperatura, se localiza el cérvix y se evalúa la posición, la longitud, dilatación, si existe dolor a la movilización, con la mano libre se realiza presión suprapubica en busca de ubicar el fondo uterino, así como descartar la presencia de tumoraciones o dolor anexial, entiéndase trompas y ovarios.
Algunos deciden realizar tato rectovaginal, pero el mismo se reserva para condiciones o patologías específicas, en caso de palpar alguna masa pélvica el tato rectal nos ayuda a delimitar el tamaño y la ubicación de la misma.
La importancia de todo chequeo ginecológico radica en la posibilidad de detectar a tiempo enfermedades que pudieran evolucionar a patologías malignas, muchas de ellas al detectarse de manera oportuna permiten un manejo eficaz y nos permite asegurar que la paciente que de manera periódica acude a su ginecólogo para una evaluación reduce al mínimo la posibilidad de padecer una enfermedad ginecológica maligna.