Aramis Ramírez durante sus días con los Cubs | Foto: Jauerback
El expelotero Aramis Ramírez indicó en Z Deportes que nunca se enfocó en compilar numeritos redondos en Las Mayores, por eso dejó las Grandes Ligas a pesar de tener capacidad de seguir jugando.
Ramírez jugó su última temporada en el 2015, y pesar de que tenía una opción para firmar un año más, no la ejerció y decidió retirarse faltándole algunas estadísticas ofensivas que mejorarían globalmente su carrera.
El antesalista dominicano le faltaron 14 jonrones para los 400, 83 remolcadas para las 1,500 y logró un promedio de bateo con un respetable .283.
En varias facetas de su juego, Ramírez mostró cierto desinterés en su carrera como asistir a Juego de Estrellas. En un momento lo declinó, al igual que su última opción de contrato.
«Yo me reitiré para hacer las cosas que me gustan como es estar con mi familia», argumentó Ramírez, que agregó que en este momento no se ve trabajando en el béisbol, pero si es una labor en una oficina lo consideraría.
Sus tiempos con Sammy Sosa
Aramis se refirió al último año de Sammy Sosa en Chicago, incluyendo ese último partido en el 2004, que las relaciones del tres veces productor de 60 cuadrangulares no terminó bien con la franquicia. Ramírez dijo desconocer que Sammy Sosa había pedido permiso para irse antes de terminado el encuentro, aunque sí recuerda que Sosa había entrado a la oficina del dirigente antes de que la alineación fuera cambiada.
«Ese último día en Chicago nadie quería jugar, pusieron el lineup como si estuvieramos peleando, Sammy fue a la oficina y pusieron un segundo lineup. Para los muchachos fue un irrespeto, no sabía que había pedido permiso. Pero Sammy fue tremendo compañero».
Su opinión sobre los esteroides
Aramis Ramírez fue claro y preciso al abordar el tema de los esteroides en las Grandes Ligas, recalcando que está de acuerdo que el que haya usado sustancias para mejorar el rendimiento no sea seleccionado para entrar en el Salón de la Fama de Cooperstown.
«Los esteroides le han hecho mucho daño al juego, en mi tiempo no estaban prohibidos, pero en el país no se conseguían en una farmacia, sino ilegal, eso es como hacerle trampa al juego. El que lo consume no debería estar en el Salón de la Fama», puntualizó.
