El aspirante presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Abel Martínez, calificó de burla al pueblo dominicano y una obra de teatro, el discurso pronunciado por el presidente Luís Abinader con motivo del Día de la Restauración, asegurando que el panorama presentado por el mandatario, corresponde a una realidad muy distante y separada de la República Dominicana.
A través de un comunicado de prensa, Martínez aseguró que el mandatario “podrá dar los discursos que quiera desde Santiago y el Cibao, pero en dos años el Palacio tendrá un cibaeño que verdaderamente piensa en la gente, porque este pueblo no está en teorías; el país necesita soluciones y acciones concretas, que permitan que el ciudadano progrese, se desarrolle, viva en un ambiente de paz y no en el caos, la miseria y la falta de oportunidades que imperan actualmente en el país”.
“Los héroes de la Restauración deben estar llorando al ver que la fecha dedicada a honrar la memoria de quienes afianzaron nuestra independencia, haya sido utilizada para protagonizar un monólogo mal hecho y plagado de mentiras, promesas incumplidas, de entrega de obras que un 90 % no corresponden a su mandato, y de un frágil intento por tratar de manipular, no solo a la opinión pública, sino, a los dominicanos que anhelando un pregonado y prometido cambio, cayeron en la trampa del atraso y la pesadilla que ha representado el Gobierno del PRM”, manifestó Martínez.
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Abel dijo que, además, “que sepa que es tarde para promesas, muy tarde para tratar de reivindicarse ante un pueblo al que le ha quitado calidad de vida, el derecho a vivir en tranquilidad y de transitar seguros por las calles, pero, sobre todo, le ha robado la esperanza. Ha sido un discurso lleno de letras montadas en una melodía celestial que solo escuchan en el Palacio Nacional, mientras en nuestros barrios, en los cuatro puntos cardinales del país, a la gente se le hace cada día más difícil subsistir porque no es solo el alto costo de los productos básicos y la alta tarifa eléctrica a pesar de las tandas de apagones, es que tampoco tienen acceso a los medicamentos esenciales, vulnerando el derecho a la salud”.
Al también miembro del Comité Político del PLD, dijo que el presidente “puede hablar de todas las cifras positivas del mundo, de todas las millonarias recaudaciones que quieran, pero no puede justificar la carrera indetenible de préstamos que llevan en dos años, ni transparentar lo que se ha hecho con cada centavo que entra a las arcas del Estado. No puede hablar de avances en seguridad ciudadana, cuando los asaltos y atracos están a la orden día, por encima de su plan maestro para combatir la delincuencia”.
“No puede hablar de avances en materia de educación cuando hemos experimentado el mayor retroceso en ese sentido, toda vez que hemos visto colapsar el desayuno y almuerzo escolar; no se ha construido una sola estancia infantil y las que están, son inoperantes; le ha fallado al estudiantado y a los docentes que han visto ningunear los concursos y han perdido la garantía de la capacitación docente, pero al mismo tiempo, realizando aumentos pírricos cuando el costo de canasta familiar está por las nubes”, expresó Abel.
Calificó como una osadía del mandatario, hablar de desarrollo cuando los sectores productivos nacionales están al borde de la quiebra “y si nos vamos al campo, el panorama es mucho más oscuro fruto del desinterés de las autoridades que solo aplican una política de importación sin control, de rubros que se producen en nuestras tierras, afectando más de 500 mil familias a nivel nacional”.
“Pero mucho menos puede hablar de orgullo de gestión, cuando su mayor logro ha sido duplicar la presencia de ciudadanos haitianos con estatus ilegal en el país porque no le importa nuestra soberanía, no corre por sus venas la sangre patriota ni existe el amor por nuestra dominicanidad, y mucho menos respeto por nuestra Constitución”, aseguró Abel.
El aspirante presidencial destacó que “el mundo cambió, la forma de hacer política también y quien gobierna ni se da por enterado porque vive, como hemos dicho, dentro de una burbuja encantada, envuelto en un cuento de hadas y ensimismado en un sueño del que despertará bruscamente en el 2024”.
“Un gobierno no puede hablar de avances, cuando le ha dado la espalda a los envejecientes, a la juventud, a los padres de familia, a las mujeres; cuando no puede mostrar un solo logro real en materia social. Por todo lo que sin decir dijo, por todo lo que aun queriendo decir, no puede sustentar, es que se van”, puntualizó Martínez.