Nancy Canó | Foto: Colegio New Horizons
La pasada semana abordábamos el tema de las nuevas tecnologías y cómo estas han exigido una transformación en la manera de enseñar en las escuelas, para lograr desarrollar en los niños y jóvenes las competencias, destrezas y capacidades que les serán útiles en la vida adulta. Señalamos las materias avanzadas, las certificaciones / programas de tecnología y las pruebas estandarizas como instrumento para lograr potencializar el desarrollo de los alumnos.
Pero, ¿qué otros beneficios se pueden obtener de un currículo académico de alto nivel competitivo? Podemos citar:
Promueve la adquisición del conocimiento y de las habilidades al más alto nivel cognitivo.
Genera mejores hábitos de estudio y les permite organizarse productivamente; promoviendo una mejor administración del tiempo.
Identifica las estrategias que le son más convenientes según su estilo de aprendizaje y personalidad.
Contribuye a potenciar las destrezas de análisis y retórica, el razonamiento deductivo, el pensamiento crítico y el lógico matemático, la resolución de problemas, la creatividad, la comunicación oral y escrita, así como la capacidad de abstracción y de innovar.
Permite a los alumnos optar por materias más interesantes y relevantes para ellos y donde se sienten más retados, lo que implica mayor motivación, compromiso y satisfacción.
Garantiza la admisión en las universidades y centros de estudios más competitivos del país y del mundo.
Permite optar por mejores oportunidades de becas.
Ahorra tiempo, ya que al convalidar las materias del pensum de la carrera los programas se hacen en menor tiempo. Esto se traduce en una menor inversión en el pago de la matrícula universitaria.
Facilita una mejor inserción laboral; contribuyendo a que los jóvenes sean contratados en los trabajos que desean y que representan mejores oportunidades para ellos.
En conclusión, a través de las propuestas y retos aquí mencionados, los centros educativos pueden promover y optimizar en sus estudiantes las competencias que le sirven de andamiaje para sus estudios universitarios, así como las destrezas requeridas para cursar los mismos con mayor probabilidad de éxito, contribuyendo a que se inserten en el mercado laboral con los conocimientos y las habilidades requeridas en el siglo 21; preparándolos para que asuman un rol de liderazgo y de excelencia en cualquier ámbito en el que se desempeñen.
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