Eladio Hernández De la Rosa, Martha Arredondo Soriano, Antonio Ruiz y Carlos Durán Durán. Foto/rtjaime
Ante los tabúes familiares, especialmente de los padres hacia los hijos, tres médicos especialistas en sexualidad consideraron que estos deben romper con los temores y orientar a sus descendientes sobre cómo afrontar los procesos biológicos, esencialmente durante la niñez y la adolescencia.
El tema fue abordado la noche de este viernes por los doctores Martha Arredondo Soriano, Antonio Ruiz y Carlos Durán Durán en el programa Entre Adultos, producido por el médico psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y conducido por el psicólogo clínico Eladio Hernández De la Rosa por ZTV en YouTube y la Z101.3 FM.
Martha afirma que para educar a los hijos no se debe esperar una edad, sino que la educación sexual debe ser desde el nacimiento, porque el miedo, el sonrojo, está en los adultos.
Expuso en el panel con los demás profesionales médicos que para hablar de sexualidad no se debe ofender o utilizar vocabularios obscenos, sino decirles a los niños el nombre correcto de los órganos genitales, al asegurar que muchos niños son abusados sexualmente porque lo desconocen y se dejan tocar en su cuerpo.
«Hay más problemas por no recibir educación sexual, que recibirla, porque esto puede contribuir a la pérdida del matrimonio», manifestó la médica sexóloga.
Agregó que hay muchas maneras de los niños lograr estimulaciones, como ver la televisión, los roses de vestimentas, almohadas, toallas, otros objetos o su mismo cuerpo, por lo cual enfatiza que los padres deben responder a las inquietudes generales de los niños, porque podrían ser influidos por los otros niños, adolescentes o adultos abusadores.
Exhortó a los padres a no adelantarse a explicar a los niños lo que ellos no preguntan y establecer conversaciones sobre sexo y relaciones sexuales delante de ellos si no es necesario.
Reacciones ante casos
El también médico y sexólogo Antonio Ruiz sugirió que cuando al niño tiene alguna erección, el padre o la madre deben evitar usar relajos, metáforas o importantizar el hecho, y si expresa curiosidad, explicarle que es un fenómeno natural.
«Si el niño aprendió a estimularse o provocarse la erección como con toques de sus piernas, se les debe dar explicaciones, porque por curiosidad querrá volver a sentir esas sensaciones», precisó.
Refirió que este caso puede ocurrir también porque al niño hay que tocarle partes de su cuerpo constantemente porque no puede valerse por sí mismo, pero si registra erecciones y le surgen preguntas, la madre, que es la que lo hace con regularidad, debe entender que ha llegado el momento educar y orientar correctamente al niño.
«Hay que estar atentos a las preguntas repentinas de los niños sobre algunos hechos románticos que observan o sienten, como besos entre los padres o ruidos en las habitaciones de estos», puntualizó.
Surigió que a los padres que eviten, además, mantener la relación sexual a la vista de estos o que puedan sentirlo, creyendo que duermen o no están atentos a lo que hacen.
Un proceso natural
Al enfocar el tema, el doctor Carlos Durán Durán dijo que la educar a los niños en sexualidad debe ser un proceso natural, y estimó que los padres tienen momentos importantes para ir haciéndolo sin tener que mencionar la palabra sexo.
Criticó el hecho de que hayan madres que les preocupa más que la niña se toque la vulva, que si el niño se toque su pene, que en su caso lo ven como natural.
«Hay una etapa desde los tres meses que los niños van desarrollando conductas propias, que no deben ser reprimidas, sino explicarles algunas cosas sobre los genitales masculinos y femeninos», orientó.
Expresó que ante preguntas de estos se debe responder de manera sencilla y con el nombre propio de los órganos genitales, sea pene, vulva o vagina.
Manifestó que esta es una de la forma de cómo prevenir los abusos sexuales, y de esa manera se protege al niño educándolo en sexualidad, enseñándole a valorar su cuerpo y sus órganos.
Coincidió con sus compañeros Antonio Ruiz y Martha Arredondo Soriano al afirmar que los padres deben evitar no responder a las inquietudes de sus niños ni abordar temas sexuales en momentos inadecuados o cuando no surgen de él mismo.
Concluyó en que «solo papá y mamá pueden educar en sexualidad a los hijos, no la televisión ni los medios de comunicación, ni los amiguitos».
