Por Fernando Gimeno
El fujimorismo y sus aliados fueron los grandes perdedores de las elecciones extraordinarias celebradas este domingo en Perú para renovar el Congreso, cuya composición quedó atomizada con diez partidos sin hegemonías pero inclinados en su mayoría hacia el centroderecha.
Los peruanos castigaron con sus votos a las fuerzas opositoras al Gobierno que controlaban el Congreso con mayoría y puño de acero hasta septiembre, cuando el presidente Martín Vizcarra lo disolvió constitucionalmente por las constantes trabas a sus políticas anticorrupción y tras censurar a dos consejos de ministros.
El clamor popular que pedía a gritos "que se vayan todos" del anterior Congreso se tradujo en las urnas en una suerte de referéndum contra esas formaciones.
DEBACLE FUJIMORISTA Y APRISTA
El partido fujimorista Fuerza Popular, que en las anteriores elecciones de 2016 sacó mayoría absoluta con 73 de 130 congresistas, solo habría logrado esta vez el 7 % de los votos, que le valdrían para sacar 12 congresistas, según el escrutinio rápido realizado por la encuestadora Ipsos.
La formación que lidera Keiko Fujimori, investigada por presunto lavado de dinero en la financiación de sus campañas electorales, pasó de ser la primera fuerza en votos y escaños de Perú a ser la sexta, con lo que perdió el rol de líder de la oposición.
Peor le fue todavía al Partido Aprista, del expresidente Alan García, que se quedó fuera del Congreso al no alcanzar la valla del 5 % de los votos para obtener representación en el Legislativo.
Tras haber actuado como el principal aliado del fujimorismo durante los últimos años, el partido apenas habría aglutinado el 2,8 % de las preferencias, también perjudicado por las revelaciones de corrupción que en último término llevaron a García a suicidarse el año pasado.
ULTRADERECHA MARGINADA
Tampoco entró al Congreso el partido Solidaridad Nacional (1,4%), donde la ultraderecha peruana se había reagrupado para estas elecciones con algunas caras conocidas del ala más dura, confesional y reaccionaria del fujimorismo, como la excongresista Rosa Bartra.
Otro partido que no se salvó de este linchamiento electoral fue Contigo (1,1 %), la formación del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, que pasó de ganar las elecciones presidenciales de 2016 a quedarse fuera del Congreso, después de que sus miembros se tornasen en opositores a Vizcarra, que fue vicepresidente de Kuczynski.
El partido con más votos fue el centrista Acción Popular, del expresidente Fernando Belaúnde Terry, con el 10,1 % de los sufragios, lo que le puede valer para pasar de 5 congresistas a 25 y convertirse en la primera fuerza del Congreso, pero la sorpresa de la votación es la irrupción de evangélicos y ultranacionalistas.
CAMPANADA EVANGÉLICA Y ULTRANACIONALISTA
En casi ninguna quiniela estaba que el evangélico Frente Popular Agrario (Frepap) volvería al Congreso después de más de veinte años y menos como la segunda fuerza más votada a nivel nacional (8,9 %) y la cuarta en el parlamento con 16 legisladores.
El resultado de Frepap, el partido de la Misión Israelita, una corriente evangélica fundada en Perú por Ezequiel Ataucusi, solo se explica por un voto de protesta de miles de electores desencantados con la política tradicional, por lo que se decantaron por apoyar como última alternativa este partido -ecologista y teocrático- hasta ahora marginal.
Más inesperado fue todavía que Unión Por el Perú haya podido obtener 17 escaños con el 6,9 % de los votos con una plancha de candidatos afines al encarcelado Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala y líder del etnocacerismo, un movimiento de carácter ultranacionalista e indigenista.
CENTRODERECHA OFRECE CONCERTACIÓN
Ni bien se conocieron las primeras proyecciones de resultados, los líderes de los partidos de centroderecha salieron a anticipar que tendrían una actitud dialogante y concertadora con el Gobierno para cambiar
Lo hizo Acción Popular y también Alianza Para el Progreso, cuarto en previsión de votos (8 %) y escaños (18), así como el Partido Morado, de reciente creación y tendencia liberal, que con 7,5 % de los votos y 9 escaños apunta a ser el principal apoyo del Ejecutivo en la cámara baja.
La izquierda fue la más votada si se sumasen los votos del Frente Amplio (6,1 %) y los de Juntos Por el Perú (5,1 %), pero al concurrir en estos comicios por separado el primero habría sacado 12 escaños y el segundo 5.
PODEMOS PERÚ, UNA INCÓGNITA
En una sorprendente tercera posición en votos (8,2 %) aparece en principio Podemos Perú, un partido que es una incógnita en cuanto a sus políticas que entra también por primera vez al Congreso.
Si bien se define como de centro izquierda, fue creado por el empresario José Luna tras marcharse de Solidaridad Nacional y tienen como principal figura al populista exministro Daniel Urresti, un general de la Policía acusado de asesinato y de haber cometido violaciones durante la guerra interna que asoló Perú entre 1980 y 2000.
Otro partido de centro que vuelve al Congreso es Somos Perú, la formación del exalcalde de Lima Alberto Andrade que tiene un gran calado a nivel municipal.
Este nuevo Congreso, para cuya votación estaban convocados cerca de 25 millones de peruanos en más de 5.400 colegios electorales, deberá funcionar hasta julio de 2021 y acompañar así el último año y medio de mandato de Vizcarra.