El cofundador y consejero delegado de Facebook, Mark Zuckerberg, prometió a sus empleados "luchar y ganar" si la aspirante a la candidatura demócrata a la Presidencia de EE.UU. Elizabeth Warren es elegida y saca adelante su plan de dividir las grandes empresas tecnológicas.
En un estilo más agresivo que en sus habitualmente medidas apariciones públicas, Zuckerberg se dirigió internamente a sus empleados el pasado mes de julio para tratar cuestiones sobre el presente y futuro de la empresa, una intervención que fue grabada y que hoy ha sido publicada por el portal The Verge.
"Si Warren sale elegida presidenta, apostaría a que tendremos una batalla legal y apostaría a que la ganaremos. ¿Eso sigue siendo malo para nosotros? Sí, no quiero tener que poner una gran demanda a nuestro propio Gobierno. Pero si alguien amenaza con algo tan existencial, entras en el cuadrilátero y luchas", dijo Zuckerberg.
Sus palabras hacen referencia a la propuesta de la senadora por Massachusetts y aspirante a la candidatura demócrata a la Presidencia Elizabeth Warren, quien en varias ocasiones ha pedido que se fuerce a las grandes compañías tecnológicas a dividirse en empresas más pequeñas al considerar "excesivo" su poder tanto en el mercado como en su relación con los usuarios.
Este mismo martes, después de que se revelasen los audios de Zuckerberg, Warren ha redoblado su apuesta y ha asegurado en Twitter que lo "verdaderamente malo" sería no poner remedio a "un sistema corrupto que permite a compañías gigantes como Facebook llevar a cabo prácticas anticompetitivas, pisotear el derecho de privacidad de los usuarios y titubear repetidamente en su responsabilidad de proteger" la democracia.
"No me asusta exigir responsabilidades a las grandes empresas tecnológicas como Facebook, Google y Amazon. Es hora de dividir las grandes tecnológicas", remachó la senadora en otro tuit.
En las grabaciones filtrados a The Verge, Zuckerberg justifica su oposición al plan de Warren entre otras cosas al segurar que dividir estas grandes firmas no hará que las interferencias en los procesos electorales sean menos probables, sino al contrario, ya que, a su juicio, "las empresas no podrían coordinarse y trabajar juntas".
La compañía con sede en Menlo Park (California, EE.UU.) se ha visto envuelta en los últimos años en multitud de escándalos que han lastrado significativamente su imagen pública, siendo el mayor de ellos el de la consultora británica Cambdrige Analytica, que utilizó una aplicación para recopilar millones de datos de internautas de la plataforma sin su consentimiento y con fines políticos.
La consultora se sirvió de datos de la red social para elaborar perfiles psicológicos de votantes, que supuestamente vendieron a la campaña del ahora presidente de EE.UU., Donald Trump, durante las elecciones de 2016, entre otros.
Facebook está siendo investigada por posibles prácticas monopolísticas por parte de la Comisión Federal del Comercio (FTC, por su sigla en inglés), que a mediados de año ya la multó con 5.000 millones de dólares por malas prácticas respecto a su gestión de la privacidad de los usuarios.