La periodista cubana Yoani Sánchez asegura que la prensa libre fue "aniquilada" en su país, teme que retroceda en otros como Venezuela y Nicaragua y confía en que el tiempo y los vientos de globalización ganen la batalla en internet a favor de la información veraz e independiente contra el castrismo.
En una entrevista con Efe en Madrid, se refiere al mandato del actual presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, que sucedió en abril de 2018 a Raúl Castro, hermano de Fidel Castro (fallecido en 2016), que fue líder de la revolución de 1959 y jefe del Estado hasta 2006.
El gobierno de Díaz-Canel está suponiendo pasos "atrás" para recuperar un "control" que el oficialismo había perdido, según Sánchez.
A esto se une una "caída" de la economía, pues "el oficialismo no ha dado los pasos necesarios para la apertura económica", explica, pero también motivada por el contexto internacional y las nuevas medidas estadounidenses de bloqueo económico, como las sanciones por importar petróleo venezolano.
El Gobierno de Cuba anunció el 27 de junio un incremento de los bajos salarios estatales y de pensiones, dentro de un grupo de medidas para impulsar la economía del país, que enfrenta la crisis más grave en las últimas dos décadas.
"Todo eso se percibe en las calles, en el plato y en los bolsillos" y en una "crisis migratoria" hacia los EE.UU., según Sánchez, directora del diario 14ymedio.com, bloqueado en Cuba por el Gobierno, pero que puede leerse fuera de la isla.
Años atrás, las autoridades castristas le denegaron repetidamente el permiso para viajar fuera del país y fue detenida durante unas horas en varias ocasiones. En 2012, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le concedió medidas cautelares por considerar que estaba en situación de riesgo.
Preguntada por si internet es una pequeña parcela de libertad en Cuba, responde que es un fenómeno que va "muy deprisa" en la sociedad cubana, a pesar de que es todavía unos de los países menos conectados del mundo.
Recuerda que en diciembre pasado, el oficialismo "se atrevió" a abrir el acceso de los teléfonos móviles a internet, y esto se ha notado en que el activismo social de muchos tipos ha crecido "muchísimo", incluso las críticas al régimen "se hacen sentir en las redes".
Pero esta libertad, todavía no llega en la misma medida "a la realidad" de la calle, pues todo intento es "profundamente reprimido", denuncia.
Aun así, ya ha tenido algunos efectos, como la marcha LGTBI del 11 de mayo en La Habana, "organizada desde internet". Y esto "preocupa" a los gobernantes cubanos.
Para contrarrestar, Díaz-Canel promovió que ministros y altos funcionarios estuvieran presentes en las redes sociales, según Sánchez, que intervino este martes en el Congreso Anual de la Asociación Internacional de Estudios en Comunicación Social, en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.
"Esto deja en evidencia -opina- su incapacidad para dialogar (…) porque se comportan de una manera tan agresiva a veces, tan intolerante, tan militante, que internet también está sirviendo para dejar a la vista pública de todo el mundo ese discurso de la prepotencia ideológica y política".
¿Pero es internet la alternativa? "Se está todavía muy lejos" de poder decir que se puede ejercer el periodismo medianamente en Cuba sin recibir un castigo por eso, según Sánchez.
"Hay un monopolio gubernamental y partidista sobre la difusión de información", precisa la periodista, muy crítica con el régimen cubano, que tiene mecanismos "muy bien engrasados" contra los reporteros independientes, como acabar con su reputación, detenciones y confiscación de material, asegura.
Y esos riesgos no son solo por un artículo político discrepante: "Basta escribir sobre la carestía (de la vida) y ya puedes tener un problema".
Pero gracias a la tecnología y los dispositivos electrónicos se ha logrado que crezca y se desarrolle un ecosistema de medios independientes.
El oficialismo ha respondido "censurando muchos de estos sitios", pero los lectores han recurrido al ingenio, a "trucos" como 'proxys anónimos' para acceder a los contenidos.
Otra forma de controlar el acceso a internet, denuncia Sánchez, es con unos precios "muy altos" del monopolio estatal de telecomunicaciones, y con "servicios muy deficientes". Cuatro gigas de datos, dice, cuestan lo que el salario mensual de un ingeniero.
Preguntada por quién ganará la batalla de internet en Cuba, cree que será el tiempo. "Y los tiempos están invitando a la globalización, a un mayor flujo de información, a ciudadanos cada vez más conectados"; y el castrismo "va a tener que lidiar con una ciudadanía mucho más activa, totalmente contraria al modelo político y social impuesto".
En relación con la libertad de prensa en Iberoamérica, asegura que son "malos momentos en general" en la región. Cita México (periodistas asesinados), Honduras, El Salvador…
Y en otros lugares, los autoritarios intentan "domesticarla" y, cuando no es posible, "censurarla o encarcelar al reportero".
"Mi temor es que eso haga perder terreno (…) a la prensa y la información, y que ayude a entronizar más los populismos, los autoritarismos y, sobre todo, las dictaduras".
Sobre Cuba, comenta que la prensa libre fue "aniquilada", pero también le preocupan Venezuela y Nicaragua. "Afortunadamente, las redes sociales están jugando muchas veces el papel de canalizar ese periodismo crítico", concluye.