El presidente chino, Xi Jinping, advirtió hoy a su homólogo estadounidense, Joe Biden, de que Taiwán, que China reclama como propio, es "la primera línea roja que no se debe cruzar" y aseguró que espera que EEUU haga "honor a su promesa" de no apoyar una eventual independencia de la isla.
"Taiwán forma parte de los intereses centrales de China, y son la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos. Esta es la primera línea roja que no se debe cruzar. Cualquiera que busque separar a Taiwán de China estará violando los intereses fundamentales de China y el pueblo chino jamás lo permitirá. Esperamos ver paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán, pero la paz y la 'independencia' de Taiwán son irreconciliables", dijo.
La reunión de Xi y Biden, su primer encuentro en persona como jefes de Estado, transcurrió en la víspera de la cumbre de líderes del G20, a la que no acudirá el presidente ruso, Vladímir Putin, con la guerra de Ucrania acaparando buena parte de las conversaciones del grupo.
"Resolver la cuestión taiwanesa es un asunto de los chinos y un asunto interno de China. Es la común aspiración del pueblo chino alcanzar la reunificación nacional y salvaguardar su integridad territorial", continuó Xi.
El mandatario chino dijo que espera que Washington "honre su palabra" y "respete la política de Una sola China y los tres comunicados conjuntos firmados" por ambos.
"Son la base de las relaciones entre nuestros dos países", indicó.
Xi recordó que Biden ha comentado "en numerosas ocasiones" que EEUU "no apoya la independencia de la isla" y que Washington no tiene intención de "usar Taiwán como una herramienta para sacar ventaja en su competición con China o para contener a China".
"Esperamos que EEUU haga honor a sus promesas y ponga todo esto realmente en práctica", apostilló.
Las tensiones en torno a Taiwán se exacerbaron el pasado agosto a raíz de un viaje a la isla de la presidenta de la Cámara baja de EEUU, la demócrata Nancy Pelosi, a lo que Pekín respondió con los mayores ejercicios militares en torno a la isla en décadas, además de sanciones comerciales sobre Taipéi.
La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un conflicto bélico con China.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota contra las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía de la isla, que considera una provincia rebelde para cuya reunificación no ha descartado el uso de la fuerza.