Por David Villafranca
Figuras del reguetón clásico y referentes de la expansión internacional de este género latino, Wisin y Yandel, de nuevo como dúo tras varios años separados, aseguraron a Efe que las redes sociales y la honestidad del público determinan si tu propuesta sigue interesando.
"Creo que, de una forma u otra, tenemos las redes sociales. El público de hoy es tan honesto que mirando las redes, lo que te dicen, tú sabes si estás vigente o no. Así de sencillo", explicó Wisin.
"Pero lo que está pasando, (nuestros conciertos en 2018 y 2019 en) ocho Coliseos de San Juan en Puerto Rico, un Madison Square Garden en Nueva York, un Altos de Chavón en República Dominicana, un Viña del Mar en Chile… Eso nos dice que hace falta Wisin y Yandel", agregó.
El dúo puertorriqueño protagonizó el martes una sesión especial de la Conferencia Billboard de la Música Latina en Las Vegas, donde repasaron su huella en el reguetón y donde aprovecharon para promocionar el tramo estadounidense de su gira de reunión "Como antes", que pasará en mayo y junio por ciudades como Los Ángeles, Houston, Chicago y Miami.
"Los campeones del pueblo" fue el título del álbum que Wisin y Yandel publicaron en 2018 tras varios años dedicados a sus carreras en solitario que les sirvieron para refrescar la mente y aprender más cosas del negocio musical.
"Hay que trabajar más duro como solista", admitió Yandel entre risas. "Somos un dúo que trabajamos catorce años sin parar y hacer esa ruptura fue como volver a empezar nuevamente", afirmó.
Aunque ahora el reguetón se escuche en cada rincón del planeta y celebridades como Beyoncé ("Mi gente") y Justin Bieber ("Despacito") se hayan unido a la pasión por este imparable ritmo latino, Wisin y Yandel pertenecieron a la primera hornada de este género, en el cambio del siglo, que no era bienvenida en todos los círculos.
"Somos de los pocos artistas de reguetón que hemos visto la transición del disco y el casete a lo tecnológico. Daddy Yankee, Don Omar, Wisin y Yandel, Ivy Queen… Somos pocos los que podemos decir: 'Qué bendición que podemos vivir de la música", indicó Wisin.
Pero lejos de sentir envidia por los nuevos líderes del reguetón, como el colombiano J Balvin y el puertorriqueño Ozuna, Wisin y Yandel se mostraron muy orgullosos de la buena salud del género urbano como los profetas que ven a sus discípulos confirmando las enseñanzas de su evangelio.
"Esto no estaba hace veinte años y hoy sí está. Hemos caminado en la dirección correcta y de eso se trata (…). No se trata de Wisin y Yandel. Nosotros hemos aportado, pero aquí ha sido un trabajo en equipo en el que hemos aportado muchos", dijo Wisin.
Con temas como "Rakata" y colaboraciones con cantantes como Romeo Santos ("Noche de sexo"), Chris Brown ("Algo me gusta de ti"), Jennifer López ("Follow The Leader") y Enrique Iglesias ("No me digas que no"), Wisin y Yandel defendieron la esencia pura de su reguetón.
"Los boricuas conocemos el verdadero reguetón. Sabemos el sonido que queremos. Para mí, el reguetón es una música muy sensual, que te da alegría, que te da como para bailar. Por eso ha llegado tan lejos. Nosotros los boricuas somos bien de fiesta, eso nos distingue. Y al mezclarlo con el reguetón fue como una explosión para el mundo, una explosión de sabor", aseguró Yandel.
Palabras como "perseverancia", "barrio" o "trabajo duro" se suelen colar en el discurso del dúo, aunque no siempre fue fácil para ellos mantener los pies en la tierra.
"Los retos más grandes que tienes son mentales. Esa es la verdad. Pero nosotros, que de un comienzo hemos visto pasar de la nada a lo que hoy somos, valoramos lo que sufrimos y lo que tuvimos que pasar durante dos décadas para hoy estar aquí", señaló Wisin.
"Nosotros grabábamos en Cayey (su ciudad de origen) hasta con cartones de huevo. Y en vez de micrófonos, audífonos. Y entonces, estábamos cantando diez minutos de corrido y, si te equivocabas, tenías que volver a empezar (…). Grabábamos casetes y los vendíamos a diez pesos. Pero lo disfruté y es lo que nos ha hecho fuertes, lo que nos ha dado esa base de los duros", cerró Yandel.