Al término de la jornada bursátil en Nueva York, el Dow Jones avanzó un 0,90 % o 243,95 puntos, hasta los 27.332,03 enteros, renovando la marca histórica que logró ayer al superar la barrera de los 27.000 por primera vez.
El selectivo S&P 500 saltó los 3.000 puntos y progresó un 0,46 % o 13,86 enteros, hasta 3.013,77; mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq, que aglutina a los principales grupos tecnológicos, ganó un 0,59 % o 48,10 puntos, hasta 8.244,14.
Por sectores, el mayor ascenso fue para el industrial (1,78 %), el de los bienes no esenciales (1,06 %), el de los materiales básicos (1,02 %) y el tecnológico (0,80 %).
Al otro lado de la tabla, descendió especialmente el sector sanitario (-1,18 %).
La jornada en el parqué neoyorquino estuvo influida por el testimonio de Powell ante las dos cámaras del Congreso, donde reiteró que la ralentización de la economía global y las crecientes tensiones comerciales están afectando a la perspectiva de crecimiento en EE.UU.
Pese a que este viernes se conocieron nuevos datos macroeconómicos mejores de lo esperado, como la creación de empleo o el índice de los precios al consumidor, el mercado está convencido de que al final del mes, cuando se reúna el Comité Federal del Mercado Abierto, el banco central dictará una rebaja de los tipos.
Por otra parte, los inversores están ya expectantes por la próxima temporada de resultados trimestrales, que estrenarán la semana que viene los principales grupos bancarios del país.
Entre las treinta cotizadas en el Dow Jones de Industriales, destacó el alza de Dow, del 4,04 %, seguida por Caterpillar (3,28 %), Intel (2,72 %), 3M (2,54 %) y Home Depot (1,96 %).
Solo sufrieron pérdidas Johnson & Johnson (-4,15 %), Merck (-1,57 %), Pfizer (-1,35 %) y Visa (-0,23 %).
En otros mercados, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió este viernes un leve 0,01 % y cerró en 60,21 dólares, pero en el conjunto de la semana los contratos de futuros de WTI para entrega en agosto se revalorizaron un 5 %.
Al cierre de Wall Street, el oro subía hasta los 1.416,30 dólares la onza, la rentabilidad de los bonos del Tesoro a diez años cedía al 2,117 %, en tanto que el dólar perdía terreno al euro con un cambio de 1,1267.
