La presunta violación de una mujer de 35 años el pasado domingo en el norte de Quito, cometida por tres hombres, dos de ellos amigos de la víctima, ha sacudido la opinión pública en Ecuador y generado movilizaciones de solidaridad y apoyo a la agredida.
Durante más de dos días, las redes sociales se han volcado con el caso de Martha, seudónimo de la víctima para garantizar su seguridad, y varias etiquetas de la red social Twitter han sido tendencia en todo el país, con multitud de mensajes de condena y de petición de responsabilidades para los acusados.
Además, se han convocado varias marchas de solidaridad con la que grupos feministas tratan de alertar contra un fenómeno demasiado frecuente en la sociedad ecuatoriana.
"La gente que se está movilizando, que está convocando marchas tiene su derecho, y la gente que quiera apoyar a Martha solo tiene que enviar un mensaje usando esos hashtags (etiquetas), que ella los recibe y sabe que van en su honor", expresó a Efe el abogado de la víctima, Cristhián Arellano.
Y agregó que "no solo por ella, sino por todas las 'Marthas' que estén ocultas en la ciudad por miedo, por temor, por vergüenza o por falta de recursos".
Los hechos sucedieron el 13 de enero, cuando el dueño de un bar en el sector del barrio Jipijapa (norte de Quito) denunció una supuesta agresión sexual en el segundo piso de su establecimiento, donde encontró a una mujer inconsciente, tirada en el suelo, completamente desnuda y con restos de sangre en su cuerpo y todo el área del suceso.
Junto a ella, tres hombres con síntomas de embriaguez, alguno de ellos con la camisa abierta, y que portaban un teléfono móvil en el que había imágenes y un video de la agresión sexual, ahora analizado por la Fiscalía General según el abogado.
"El video va a ser un elemento importante en la etapa de juzgamiento", destacó el letrado.
Los agentes trasladaron a los tres individuos a la Unidad de Flagrancia y, 24 horas después de celebrarse la audiencia preliminar, un juez decidió dictar prisión preventiva contra los sospechosos por los elementos flagrantes de que disponía.
Martha tuvo que ser hospitalizada durante dos días para recuperarse de las brutales lesiones producidas por el ataque, según el abogado: varios desgarros en la zona genital producto de haber sido sodomizada y penetrada con diferentes elementos.
Arellano confirmó a Efe que, a pesar de las amenazas que están recibiendo de gente anónima, tanto la víctima como su familia y él mismo están "con ánimo, con fuerza para continuar las acciones hasta las últimas consecuencias", y que eso se debe, en gran medida, al apoyo que también está brindando la ciudadanía a través de las redes.
Dos de las marchas tendrán lugar este domingo y el lunes en la ciudad bajo los eslóganes de "Martha somos todas", que "No es no" y que, independientemente de cómo se vista, nadie tiene derecho a tocar o besar sin consentimiento.
La movilización por redes y la indignación generalizadas han provocado que la Subsecretaría de Rehabilitación Social, encargada de velar por la seguridad en las cárceles, haya declarado el caso como un hecho de connotación nacional por su relevancia en todo el país.
Los acusados fueron trasladados el jueves al Centro de Detención Provisional de Latacunga, una de las tres prisiones de alta seguridad que existen en Ecuador, para "garantizar al máximo su protección" y para mantener "una constante videovigilancia" de ellos, confirmó a Efe el subsecretario Ricardo Camacho.
La Fiscalía debe aun concluir el proceso de 30 de días de instrucción fiscal y presentar las pruebas pertinentes para que el juez, en una audiencia preparatoria, decida si llama o no a juicio a los tres sospechosos.
El abogado de Martha adelantó a Efe que solicitará la pena máxima de 29 años y cuatro meses: entre 19 y 22 años por el delito de asalto sexual y un tercio de la condena extra por los agravantes del caso que, según Arellano, son "la saña, la grabación y haber sido conocidos directos" de la víctima.