Históricamente, el arte ha sido uno de los motores que ha mantenido la sociedad en la vanguardia, ha empujado el avance en las ramas del conocimiento y ha permitido la expresión del sentir de cada época; ha encendido la creatividad tanto de sus creadores como de sus consumidores. Este sigue siendo el caso actual en el siglo 21.
Enseñadas en las universidades de la edad media como parte del trivium, las “artes liberales”, clasificadas en la pintura, la arquitectura, la escultura, la literatura, la música y el cine (agregado en el último siglo) son conocidas como las siete artes principales que la humanidad crea.
Actualmente existe un debate entre los profesionales y puristas del mundo artístico sobre si los videojuegos podrían ser considerados como un tipo de arte.
He aquí mi opinión al respecto.
Si el arte es definido como: “el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario. Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, el arte permite expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones”.
No solo debería considerarse a los videojuegos como el 8vo arte, sino como uno de los más importantes de la historia de la humanidad.
Los videojuegos sin duda son la mezcla perfecta y única de interacción y dirección. Son el único medio que ha existido a través de la historia de la humanidad donde no sólo convergen las 7 artes liberales, sino que son una colisión perfecta e indivisible entre el arte y la ciencia.
En cualquier videojuego te encontrarás con todas las formas de expresiones artísticas consideradas por los académicos; escultura y arquitectura en la forma de modelos 3D, ilustraciones de todos los estilos, arcos narrativos y textos literarios en todos los géneros desde dramáticos hasta líricos, y una abundancia de música dinámica e interactiva, las cuales combinadas dan resultado a algo que trasciende cualquiera de las anteriores individualmente.
En la actualidad, los videojuegos son la única forma que nos permite personalizar la experiencia artística reteniendo la autoridad de los artistas que la crearon. En los videojuegos encontramos tres elementos distintos que están en constante interacción: el creador, el juego, y el jugador. Cuando jugamos, estamos experimentando el mundo y la historia que el autor nos construyó, y dentro de ella tenemos que regirnos por los parámetros o leyes de dicho mundo, pero basado en nuestras decisiones. La experiencia puede tornarse totalmente personal.
Mi argumento es el siguiente: si observamos, experimentamos o interactuamos con la obra de alguien más, y en ello encontramos una conexión personal. ¿No estamos experimentando arte?
¿Por qué medir la actualidad basados en las nociones y pautas de siglos pasados ?
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¿Qué debe suceder o quién tendría la autoridad para cambiar el concepto de lo que puede o no ser arte?
De hecho, algunos museos como el Smithsonian y el MoMA han incluido videojuegos como parte de exhibiciones de arte postmoderno.
La ciencia también ha estudiado y probado que los videojuegos funcionan no solo funcionan como arte y entretenimiento, sino que tienen beneficios cognitivos a largo plazo y son actualmente utilizados tanto en el campo de la pedagogía como para dar terapia a niños con dislexia y adultos en la tercera edad.
Los videojuegos son la evolución natural del arte; y considero que el tiempo le dará su puesto en los libros (o E-libros) de la historia como el arte que conecto la expresión humana a la ciencia y avanzó ambos campos.
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