Personas de todo el mundo que han sufrido en carne propia los efectos de la desinformación y la propagación de noticias falsas ("fake news") en las redes sociales llevaron este jueves sus testimonios a las sedes de las principales empresas de internet en Silicon Valley (California, EE.UU.).
La comitiva, coordinada por la organización sin ánimo de lucro Avaaz, contó con la presencia de dos líderes de la minoría rohinyá de Myanmar, que fue víctima de una masacre con motivación étnica y contra la cual se han propagado durante los pasados meses multitud de mensajes de odio a través de las redes sociales.
También estuvo presente la periodista finlandesa Jessikka Aro, galardonada con el Gran Premio de Periodismo Bonnier y que se enfrenta a amenazas de muerte por sus trabajos de investigación sobre los troles de internet que actúan de forma coordinada desde Rusia.
Finalmente, asistieron también dos ciudadanos estadounidenses, el primero de los cuales era el padre de una víctima de la matanza en la escuela infantil Sandy Hook de Connecticut en 2012, sobre la que se ha creado una teoría conspirativa en internet que niega que ocurriese.
El segundo fue un estudiante de secundaria que ha pedido vacunarse después de que su madre se negara a que él y sus cinco hermanos recibieran ese tratamiento basándose en información encontrada en Facebook.
Las víctimas de la desinformación y las noticias falsas ya han mantenido encuentros con ejecutivos de Facebook y Twitter, y este mismo jueves lo harán con representantes de Youtube (propiedad de Alphabet, matriz de Google).
"Hemos mantenido largas conversaciones con representantes de Facebook y Twitter y tengo la esperanza de que se producirá un cambio que nos acercará a una sociedad más segura y certera", explicó hoy en una rueda de prensa Tun Khin, uno de los representantes de los rohinyá.
"Las plataformas de medios sociales nunca han asumido la responsabilidad de su papel en el genocidio de los rohinyá. Esta semana les hemos enseñado que es necesario hacer más. El tiempo dirá si nos han escuchado o no", indicó.
Por su parte, la periodista Aro aseguró que "las compañías de redes sociales propician a los troles de propaganda rusa y el crimen extremo" y les emplazó a "levantarse y proteger a sus usuarios".
Los afectados por las noticias falsas también firmaron una carta dirigida a los máximos responsables de Facebook (Mark Zuckerberg), Twitter (Jack Dorsey) y Youtube (Susan Wojcicki).
"Las noticias falsas cuentan con víctimas reales. Afectan a personas reales, familias reales y comunidades reales. Sus plataformas continúan siendo un arma para difundir mentiras, odio y miedo. Por eso, nos hemos reunido desde diferentes puntos del mundo para decir 'basta'. No nos han podido proteger a nosotros, pero pueden proteger a otros", reza la misiva.