EFE/Evelin Rosas
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, negó el éxodo masivo que registra el país desde hace meses debido a la severa crisis económica por la que atraviesa y, en cambio, aseguró que apenas se ubica detrás de Argentina en la recepción de inmigrantes en Suramérica.
"Venezuela tiene un flujo migratorio que como vimos es uno de los más bajos de la región, el segundo más bajo de Suramérica", dijo la funcionaria tras sostener una reunión con representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Caracas.
Aseguró que todas las acciones tomadas por varios países latinoamericanos ante la reciente llegada de miles de venezolanos constituyen "un plan perverso y maquiavélico para atentar contra Venezuela y para justificar una intervención".
"Lo que se está demostrando es la falsedad, se está construyendo de forma artificial (…) una matriz para justificar la intervención de Venezuela y esa matriz se llama crisis humanitaria", dijo.
Rodríguez presentó cifras que, aseveró, son manejadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y según las cuales "Venezuela sigue siendo en Suramérica a la fecha el segundo país receptor de migraciones", detrás de Argentina.
Aunque las cifras expuestas dicen que se trata de estudios hechos entre 2010 y 2015 la vicepresidenta aseguró que "todavía hoy" estos datos son verídicos.
"Solamente el año pasado, sumado a los 5.600.000 colombianos que están en Venezuela, Venezuela recibió un flujo de más de 100.000 personas que se vinieron de Colombia y se quedaron en Venezuela", expuso.
En cambio, prosiguió, de las decenas de miles de personas que semanalmente cruzan las fronteras terrestres con Colombia "solo el 5 %" manifiesta querer quedarse en el país vecino y 69 % planea volver de inmediato.
Según la funcionaria, los venezolanos que han abandonado su país lo han hecho "por razones personales, porque creen que pueden tener mejor trabajo, mejores condiciones económicas" y no por desplazamientos forzosos debido a violaciones de derechos humanos como ocurre, remarcó, en Colombia.
Por ello, denunció la puesta en marcha de una "gran operación" contra Venezuela supuestamente impulsada por el Gobierno de Estados Unidos, los 14 países americanos que integran el Grupo de Lima y algunos "factores" de la Unión Europea (UE) y que "pretenden imponer a la comunidad internacional".
"Hemos visto cómo países de la región (…) se chulean (aprovechan económicamente) al sistema internacional pidiendo recursos en divisas para atender la situación de Venezuela. ¿Cuál situación? Atiendan la situación de pobreza que tienen en su país", expresó.
"No existe tal situación de crisis humanitaria en Venezuela y no nos cansaremos de decirlo y de denunciarlo", subrayó.
Durante la reunión con autoridades de Acnur la vicepresidenta acordó trabajar con las instancias de la ONU "para sincerar las cifras (de migración) que el Grupo de Lima ha venido abultando de forma malsana y perversa para agredir a nuestra patria".
Además, el Gobierno de Nicolás Maduro denunció supuestos malos tratos recibidos por venezolanos en Perú y Brasil, donde "se les obliga a declararse refugiados" a quienes huyen de la crisis económica en su país.
Rodríguez agregó que las sanciones impuestas por varios Gobiernos a la llamada revolución bolivariana son las que han promovido la hiperinflación y el desabastecimiento que registra Venezuela.
