Néstor Saldívar | Foto: Néstor Saldívar
Se espera que este martes 4 de junio, el presidente Joe Biden firme una orden ejecutiva que cierre la frontera con México y limite el asilo, generando un amplio debate en el ámbito migratorio. Esta medida busca responder a la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. A continuación, analizo los aspectos críticos de esta orden y sus implicaciones.
La necesidad de controles fronterizos rigurosos
La frontera de Estados Unidos debe asumir controles que eviten la relajación del asilo político. La frontera con México ha sido testigo de un aumento significativo en los cruces de migrantes, lo que ha llevado a la administración Biden a considerar medidas más estrictas. La intención detrás de estas medidas es garantizar que solo aquellos que realmente necesitan asilo puedan acceder a él y no quienes buscan aprovecharse del sistema.
Una de las críticas más comunes es que el sistema de asilo de Estados Unidos está siendo explotado por individuos que no cumplen con los requisitos necesarios. Según las leyes internacionales y estadounidenses, el asilo está destinado a aquellos que enfrentan persecución debido a su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular o sus opiniones políticas. Sin embargo, en la práctica, el sistema ha sido inundado por solicitudes que no siempre cumplen con estos criterios, lo que congestiona los recursos y retrasa la protección para quienes realmente la necesitan.
El asilo para los verdaderos perseguidos
Es necesario que solo apliquen quienes realmente tengan una historia y situación de incertidumbre por ser perseguidos y asediados de algún modo en sus países de origen. Esto no solo es justo para los solicitantes de asilo legítimos, sino que también es esencial para mantener la integridad del sistema de asilo de Estados Unidos. Los recursos son limitados y deben ser utilizados de manera eficiente para ayudar a aquellos que verdaderamente están en peligro.
La nueva orden ejecutiva propuesta por Biden tiene como objetivo introducir criterios más estrictos y procedimientos de selección para garantizar que solo los solicitantes de asilo legítimos puedan ingresar al país. Esto podría incluir medidas como entrevistas preliminares más rigurosas y un análisis más profundo de las circunstancias personales de los solicitantes antes de permitirles cruzar la frontera.
Reducción de los tiempos de procesamiento de asilo
Es imperante que las medidas tendentes a reducir los tiempos en que se conocen los asilos se apliquen con prontitud de modo que quienes buscan esto como solución para ganar tiempo sin tener una historia o contexto real, no apliquen sin reunir los criterios que se exigen. Los tiempos de espera prolongados no solo son injustos para los solicitantes legítimos, sino que también pueden ser utilizados por aquellos que buscan explotar el sistema para permanecer en el país sin justificación.
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La implementación de procesos más rápidos y eficientes no solo beneficiará a los solicitantes de asilo legítimos, sino que también disuadirá a aquellos que buscan utilizar el sistema para sus propios fines. Una justicia rápida y efectiva es fundamental para mantener la credibilidad del sistema de asilo y para garantizar que aquellos en verdadero peligro reciban la protección que necesitan.
La decisión de implementar esta orden ejecutiva no está exenta de controversia. Las organizaciones de derechos humanos y los defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación de que estas medidas puedan violar los derechos de los solicitantes de asilo y dificultar el acceso a la protección para quienes realmente la necesitan. Además, es probable que esta orden ejecutiva enfrente desafíos legales, ya que la autoridad del presidente para cerrar la frontera y limitar el asilo podría ser cuestionada en los tribunales.
El uso de la sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite al presidente restringir la entrada de cualquier grupo de extranjeros si se considera que su ingreso sería perjudicial para los intereses de Estados Unidos, ha sido utilizado anteriormente y ha generado debates sobre su constitucionalidad. Es probable que esta medida también sea impugnada en los tribunales, lo que podría llevar a una prolongada batalla legal.
En resumen, la nueva orden ejecutiva de Biden busca abordar una crisis migratoria en la frontera sur mediante la implementación de controles más estrictos y la reducción de los tiempos de procesamiento de asilo. Estas medidas tienen como objetivo garantizar que solo los solicitantes legítimos reciban protección y que los recursos sean utilizados de manera eficiente. Sin embargo, la implementación de estas medidas no estará exenta de desafíos y controversias, y será fundamental encontrar un equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos de los solicitantes de asilo.
El Lic. Néstor Saldívar posee una maestría en Ciencias de la Educación, con enfoque en Planificación Educativa. Es abogado y comunicador, antiguo director asociado de comunicación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para la región del Caribe. Obtuvo la visa EB-2 con la exención por interés nacional en base a sus propios méritos en tan solo 45 días. Por su experiencia y con deseo de ayudar a otros a lograr lo mismo, crea contenido educativo desde su plataforma ResidenciateconS y otros medios.
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