El cáncer de cuello uterino representa un importante desafío de salud en la República Dominicana, con estadísticas alarmantes que revelan su prevalencia entre las mujeres. Este artículo arroja luz sobre la situación en el país y enfatiza la necesidad urgente de abordar las bajas tasas de vacunación contra el VPH como un paso crítico para prevenir esta enfermedad mortal.
La carga del cáncer de cuello uterino
La República Dominicana alberga una población de 4.07 millones de mujeres de 15 años en adelante, todas en riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino. La gravedad de la situación se hace evidente cuando conocemos que cada año, aproximadamente 1074 mujeres son diagnosticadas con cáncer de cuello uterino, y desgarradoramente, 714 pierden la vida a causa de esta enfermedad. El cáncer de cuello uterino ocupa el segundo lugar como el cáncer más común entre las mujeres en la República Dominicana y es el segundo más frecuente entre las mujeres de 15 a 44 años. Estas cifras subrayan la necesidad urgente de tomar medidas para combatir este asesino silencioso.
El VPH y su conexión con el cáncer de cuello uterino
El virus del papiloma humano (VPH) es un factor de riesgo primario para el cáncer de cuello uterino, responsable de una parte significativa de los casos. Sorprendentemente, aún no se dispone de datos sobre la carga de VPH en la población general de la República Dominicana. Sin embargo, la región del Caribe en la que se encuentra la República Dominicana pinta un panorama preocupante. Se estima que alrededor del 15.8 % de las mujeres en la población general del Caribe portan infecciones cervicales por VPH-16/18 en un momento dado, y un asombroso 60.2% de los cánceres cervicales invasivos se atribuyen a los VPH 16 o 18.
La brecha en la vacunación
Uno de los aspectos más preocupantes de esta situación son las lamentablemente bajas tasas de vacunación contra el VPH en la República Dominicana. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hasta el 2022, solo el 30 % de las personas elegibles han recibido la primera dosis de la vacuna contra el VPH, y tan solo un 13 % ha completado las dos dosis recomendadas. Esto sitúa a la República Dominicana entre los países con las tasas de vacunación contra el VPH más bajas de todo el continente.
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Abordando el problema: un llamado a la acción
Es evidente que enfrentar la crisis del cáncer de cuello uterino en la República Dominicana requiere un enfoque multifacético. En primera línea de esta batalla se encuentra la necesidad urgente de mejorar las tasas de vacunación contra el VPH. Varios factores contribuyen a esta brecha en la vacunación, incluyendo la falta de conciencia, una promoción inadecuada y la inercia de la sociedad.
- Barreras culturales: Una falta generalizada de conocimiento y comprensión sobre la importancia de la vacunación contra el VPH ha obstaculizado su aceptación. Normas culturales y conceptos erróneos sobre las vacunas deben ser abordados a través de campañas educativas dirigidas.
- Promoción y educación: El gobierno y las autoridades de salud deben intensificar los esfuerzos para promover la vacunación contra el VPH. Las escuelas, en particular, deben desempeñar un papel fundamental en educar a las niñas y a sus padres sobre los beneficios de la vacunación.
- Accesibilidad: Garantizar un fácil acceso a las vacunas contra el VPH en las instalaciones de salud en todo el país es esencial. Reducir barreras de acceso, como el costo y la disponibilidad, es crucial.
- Compromiso de los padres: Alentar a los padres a buscar activamente la vacunación contra el VPH para sus hijas es vital. Las asociaciones de padres y maestros y los líderes comunitarios pueden desempeñar un papel en motivar a los padres a tomar medidas.
La República Dominicana enfrenta un desafío abrumador con la prevalencia del cáncer de cuello uterino, exacerbado por las alarmantes tasas de vacunación contra el VPH. Para combatir eficazmente esta crisis, se necesita un esfuerzo concertado por parte de las autoridades de salud, las instituciones educativas, los padres y la sociedad en su conjunto. Al mejorar las tasas de vacunación y abordar las barreras culturales y educativas subyacentes, la República Dominicana puede dar un paso significativo hacia la reducción de la carga del cáncer de cuello uterino y la salvación de vidas. Es hora de un frente unido contra esta tragedia prevenible.
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