El presidente de China, Xi Jinping, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron una conversación telefónica sobre la disputa arancelaria que ambas potencias mantienen antes del encuentro que celebrarán en el marco de la próxima cumbre del G20 a finales de mes.
La agencia estatal Xinhua aseguró que fue Trump quien pidió hablar ayer con Xi para transmitirle que espera debatir en profundidad sobre los lazos bilaterales y temas de "interés mutuo", y que su país "valora" la cooperación económica y comercial con China.
A este respecto, el líder estadounidense indicó, según la prensa china, que "el mundo entero espera que Estados Unidos y China lleguen a un acuerdo", por lo que confía en que los equipos negociadores sigan comunicándose para tratar de encontrar una forma de cerrar la disputa "lo antes posible".
Mientras tanto, Xi no hizo mención -o al menos Xinhua no lo recoge- a un posible acuerdo pero sí recordó que las relaciones con Estados Unidos han pasado por "algunas dificultades", algo que "no interesa a ninguna de las partes".
El presidente chino se mostró de acuerdo con que continúen las rondas de negociación, y añadió que el conflicto se resolverá con un "diálogo de igual a igual" en el que se tengan en cuenta los intereses de cada parte.
Xi hizo hincapié en que Washington debería "tratar a las empresas chinas de forma justa", en clara alusión al veto que las autoridades estadounidenses han aplicado sobre la tecnológica Huawei, que se ha visto obligada a recortar en 30.000 millones de dólares (26.794 millones de euros) sus perspectivas de ventas para este año y el que viene.
Para impulsar los lazos de nuevo, Xi reiteró que es necesario que se basen en "coordinación, cooperación y estabilidad", así como en "el respeto y el beneficio mutuos", ya que ambas potencias "ganan cuando cooperan y pierden cuando se enfrentan".
De cara a la reunión en el G20, el líder chino también se mostró dispuesto a encontrarse con Trump y reclamó que ambos países colaboren para que el resultado de la cumbre sea positivo, con el objetivo de "inyectar confianza y vitalidad" en los mercados globales, que siguen muy de cerca la situación entre Pekín y Washington.
Tras la charla, Trump escribió en su cuenta de Twitter: "He tenido una buena conversación telefónica con el presidente Xi. Tendremos una extensa reunión la semana que viene en el G20 en Japón. Nuestros equipos empezarán a negociar antes de nuestro encuentro".
A pesar de las señales que indicaban que un acuerdo estaba cercano, ambas partes se distanciaron en mayo y la situación se agravó después de que Trump cumpliese con su amenaza de elevar los aranceles a productos chinos -Pekín respondió de forma similar- y de que EE.UU. vetase a Huawei escudándose en una supuesta amenaza a la seguridad nacional.