"De parte de los ciudadanos leales y que trabajan duro en este país pido al Congreso que apruebe el T-MEC y lo envíe a mi oficina inmediatamente para su firma", dijo Trump durante un discurso ante trabajadores de la empresa de defensa Lockheed Martin en Milwaukee (Wisconsin, noreste de EE.UU.).
"No deberíamos jugar a juegos. Cada día que esperamos se vuelve más político, porque nos acercamos más y más a las elecciones", subrayó.
Trump opinó que el tratado merece un respaldo "bipartidista", y que eso "demostraría que el Congreso hace algo que no sea perder el tiempo con la caza de brujas", como se refiere a la investigación que aún continúa en al menos un comité legislativo sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Estados Unidos, México y Canadá firmaron el pasado diciembre el texto del T-MEC, negociado durante meses y que reemplazaría al actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
México es el único de los tres países que ha ratificado por ahora el tratado, durante una votación en el Senado mexicano hace casi un mes.
La Casa Blanca quiere que haya una votación en el Congreso antes de que acabe este año y para lograrlo planea enviar el texto del tratado comercial al Capitolio a partir de septiembre, indicó esta semana la cadena televisiva especializada CNBC.
Pero uno de los dos hemiciclos del Congreso, la Cámara de Representantes, está controlada por la oposición demócrata, y su líder, Nancy Pelosi, ha mostrado reservas sobre el tratado en lo relativo a derechos laborales y salarios, y asuntos medioambientales o relacionados con las grandes farmacéuticas.
Los principales aspirantes demócratas a la Presidencia en 2020 se han mostrado también opuestos u escépticos respecto al T-MEC, lo que complica las opciones de aprobarlo según se aproximen las primarias, que comienzan el próximo febrero.
"En mi Gobierno no habrá ningún acuerdo comercial firmado a no ser que proteja a los trabajadores estadounidenses y nuestro medioambiente", afirmó la senadora demócrata Kamala Harris en una entrevista publicada hoy por la revista Politico.
El ex vicepresidente estadounidense Joe Biden también se ha pronunciado a favor de modificar el tratado, y la senadora Elizabeth Warren dijo a Politico que el acuerdo parece "beneficiar enormemente a la industria farmacéutica, con muy pocas garantías de implementación de los derechos laborales".
Sin embargo, Trump describió hoy el pacto como "moderno y de última generación", y defendió que incluye "las protecciones más fuertes" para los trabajadores estadounidenses "jamás implementadas en un acuerdo comercial".