El mitin de Trump en Orlando (Florida) llega justo después de que su campaña despidiera a varios encuestadores cuyos sondeos internos, filtrados a la prensa, contenían datos desalentadores sobre las opciones de reelección del presidente en varios estados clave.
Pero Trump insistió este lunes en que esos son "sondeos falsos" y pronosticó que este martes batirá "récords" de asistencia a su mitin de las 20:00 (00:00 GMT del miércoles), en el que le acompañarán su esposa Melania y el vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
"Estamos construyendo grandes pantallas de cine fuera (del estadio) para que todo el mundo (pueda verlo). Tenemos más de 100.000 peticiones" de entrada, aseguró Trump en Twitter.
El acto dará oficialmente el pistoletazo de salida a la campaña de reelección de Trump, cuando faltan más de dieciséis meses para las elecciones de noviembre de 2020 y más de un año para que la oposición demócrata defina cuál de sus 24 precandidatos competirá finalmente contra el presidente.
Pero la campaña de reelección de Trump comenzó el mismo día en que llegó al poder, en enero de 2017, cuando tramitó los documentos necesarios para buscar un segundo mandato, y desde entonces ha seguido celebrando actos prácticamente idénticos a sus mitines previos a las elecciones de 2016.
El de Orlando será el mitin número 550 de Trump desde que anunció su primera campaña presidencial, hace cuatro años, según su campaña; y la recaudación de fondos para su reelección comenzó hace casi dos años, cuando apenas llevaba cinco meses en la Casa Blanca.
Ya en octubre pasado, Trump superó los 100 millones de dólares recaudados para su reelección, una cifra que supera con creces los 11 millones y los 2,4 millones que sus predecesores Barack Obama y George W. Bush recolectaron, respectivamente, durante sus dos primeros años en el poder.
"Ningún otro presidente ha comenzado una campaña de reelección justo después de su investidura", recordó a Efe el historiador presidencial Bruce Miroff, de la Universidad de Albany (Nueva York).
"Los predecesores de Trump seguramente habrían visto esa acción como una señal de que el presidente estaba más preocupado por ser reelegido que por gobernar, por su ambición personal que por el bien público", añadió.
Karen Hult, experta en la Presidencia en la universidad de Virginia Tech, cree que todos los mandatarios piensan en su reelección desde que llegan al poder, pero Trump se distingue por su "temprana recaudación de fondos" y sus "numerosos actos de campaña ante audiencias" formadas por su base de votantes.
Esa engrasada maquinaria de reelección podría darle ventaja "en los estados clave, como Florida, Ohio, Pensilvania o Wisconsin", opinó Hult para Efe.
Pero las primeras encuestas internas de su campaña no han sido halagüeñas: le daban apenas el 39 % de la intención de voto en Pensilvania, el 41 % en Wisconsin, y siete puntos menos en Florida que el favorito en la carrera demócrata, el ex vicepresidente Joe Biden.
En una entrevista emitida este domingo en la cadena ABC News, Trump afirmó que "esas encuestas no existen" y que las que ha visto él muestran que va "ganando en todas partes".
El episodio llevó a su campaña a despedir a tres de sus encuestadores, en un aparente intento de tranquilizar a Trump respecto a sus opciones de reelección y de solventar la embarazosa filtración de los sondeos internos.
Más allá de eso, la campaña de Trump para 2020 cuenta ya con unos 80 empleados a tiempo completo, quiere entrenar a 2 millones de voluntarios y planea una sofisticada operación sobre el terreno que contrasta con el equipo improvisado y sin apenas experiencia política que le llevó a la victoria en 2016.
La celebración del primer mitin en Orlando revela la apuesta especial de la campaña por Florida, un estado que Trump ganó en 2016 pero que Obama conquistó tanto en 2008 como en 2012.
"Estamos seguros de que los floridianos apoyarán a su presidente, ya que él mismo ha mantenido sus promesas de campaña", entre ellas la de actuar "en contra del régimen castro-madurista en Venezuela", afirmó a Efe un portavoz de la campaña de Trump, Daniel Bucheli.