Por Lucía Leal
El presidente de EE.UU., Donald Trump, se negó este jueves a participar en el segundo debate presidencial si se celebra en formato virtual, y desbarató el calendario electoral al pedir que se cambien de fecha los encuentros que tenía previstos con Joe Biden, cuya campaña rechazó esa propuesta.
El caos comenzó a primera hora del jueves, cuando la independiente Comisión de Debates Presidenciales (CPD) anunció que había decidido celebrar de forma virtual el segundo cara a cara entre Trump y Biden, "para proteger la salud y la seguridad de todos los involucrados".
El debate iba a producirse en Miami el próximo 15 de octubre, justo dos semanas después de que Trump diera positivo por COVID-19, y ese diagnóstico, sumado a los múltiples contagios confirmados en la Casa Blanca y el entorno del presidente, había generado preocupación entre los organizadores del encuentro.
TRUMP SE NIEGA A UN DEBATE VIRTUAL
En una entrevista telefónica con la cadena Fox Business poco después del anuncio, Trump aseguró que él ya no es "contagioso" -algo que no está demostrado- y tachó de "ridícula" la decisión de la CPD, al asegurar que no va a "sentarse detrás de un ordenador" para debatir y que le "corten cuando quieran".
"No voy a perder el tiempo con un debate virtual", sentenció Trump.
El jefe de su campaña de reelección, Bill Stepien, anunció casi de inmediato que, en lugar de debatir, Trump protagonizará un mitin con sus seguidores la misma noche en la que estaba previsto el encuentro, lo que dejó a Biden en una situación comprometida.
El candidato demócrata reaccionó inicialmente con escepticismo, al afirmar a los periodistas que Trump "cambia de opinión cada segundo" y no se "sabe lo que hará" al final.
Sin embargo, la campaña de Biden no tardó en anunciar que el exvicepresidente tampoco participará en el debate del 15 de octubre debido a la negativa de Trump a aceptar el formato virtual, y que en su lugar "encontrará un lugar apropiado para responder directamente a las preguntas de los votantes" esa noche.
El debate de Miami no iba a ser un cara a cara clásico entre ambos, sino que estaba previsto que fueran votantes indecisos -y no un moderador- los que hicieran las preguntas a los dos candidatos.
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RIFIRRAFE ENTRE LAS CAMPAÑAS
La directora de comunicación de la campaña de Biden, Kate Bedingfield, alegó que el verdadero motivo por el que Trump no quiere participar en un debate virtual es porque "no quiere responder a las preguntas de los votantes sobre sus fracasos en lo relativo a la COVID y la economía".
Por tanto, pidió a la Comisión de Debates que el tercer y último debate que estaba previsto entre Trump y Biden, programado para el 22 de octubre, modifique su formato para incluir preguntas de votantes.
La campaña de Trump respondió casi de inmediato, y propuso que el debate con preguntas de votantes se celebre el 22 de octubre, pero que haya un tercer debate, como estaba originalmente planeado, y que éste se aplace hasta el 29 de octubre, cinco días antes de las elecciones.
"El pueblo estadounidense no debe perderse la oportunidad de ver a los dos candidatos debatir dos veces más simplemente porque la Comisión de Debates Presidenciales quiere proteger a Joe Biden", dijo Stepien.
Pero el equipo de Biden volvió al reaccionar, al subrayar que las reglas de los debates "no las impone Donald Trump", y que si ha decidido retirarse del segundo debate, "su comportamiento errático no le permite reescribir el calendario".
"Participaremos en el último debate, programado para el 22 de octubre, que de por sí ya es la fecha más tardía para celebrar un debate en 40 años", zanjó Bedingfield en un nuevo comunicado.
A falta de que la CPD se pronuncie sobre qué ocurrirá con el calendario, lo que está claro es que no habrá debate el 15 de octubre, y queda por determinar si el del día 22 se celebrará en Miami -por aplazarse el segundo cara a cara- o en Nashville (Tennessee), la sede programada para el tercer encuentro.
Los debates no suelen mover demasiados votos, y menos cuando millones de estadounidenses ya han enviado sus papeletas por correo; pero permiten escuchar a unos candidatos que, debido a la pandemia, han esquivado buena parte del escrutinio público habitual en una campaña.
REZAGADO EN LAS ENCUESTAS, TRUMP BUSCA EL VOTO DE LOS ANCIANOS
Trump no consiguió remontar en las encuestas después del primer debate, celebrado la semana pasada, y Biden ha ampliado desde entonces su ventaja, que ahora es de 9,8 puntos a nivel nacional, según la media de sondeos de la web FiveThirtyEight.
El mandatario, que ha vuelto a trabajar desde el Ala Oeste y asegura estar recuperado de la COVID-19 a pesar de que solo ha pasado una semana desde su diagnóstico, publicó este jueves en su cuenta de Twitter un nuevo vídeo grabado el miércoles en el jardín sur de la Casa Blanca.
Con el título "Para mi gente favorita del mundo", Trump se dirigió a los estadounidenses mayores de 65 años, entre los que las encuestas muestran que su apoyo ha caído recientemente en picado: Biden le gana por 27 puntos, según un sondeo del pasado domingo de la cadena NBC News y el Wall Street Journal.
"Yo soy una persona mayor, sé que no lo saben, nadie lo sabe, pero lo soy", dijo Trump, de 74 años, antes de insistir en que su Gobierno "inmediatamente" aprobará de emergencia y distribuirá gratis el cóctel experimental de anticuerpos de Regeneron, que él recibió para tratarse la COVID-19.
Tanto Regeneron como Eli Lilly, que ha desarrollado una terapia con anticuerpos similar, han pedido una autorización de emergencia para sus tratamientos experimentales, y Trump espera que su aprobación le ayude a remontar en las encuestas a 25 días de las elecciones.