El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este lunes que solo se reuniría con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para conversar sobre la "salida pacífica del poder" de este, poco después de afirmar en una entrevista que estaba abierto a mantener ese encuentro.
"Al contrario que la izquierda radical, yo SIEMPRE estaré en contra del socialismo y con el pueblo de Venezuela. ¡Mi Gobierno siempre ha estado del lado de la LIBERTAD y contra el régimen opresor de Maduro! ¡Solo me reuniría con Maduro para abordar un tema: una salida pacífica del poder!", escribió Trump en Twitter.
Trump reaccionaba así a la entrevista que publicó este domingo el diario digital Axios, y en la que se mostró abierto a reunirse con Maduro, una posibilidad que también barajó durante la Asamblea General de la ONU de 2018, pero que no llegó a producirse.
"Quizá sí pensaría en ello. A Maduro le gustaría reunirse (conmigo). Y yo nunca me opongo a reunirme, muy pocas veces me opongo", respondió Trump a la pregunta de si se entrevistaría con el presidente venezolano durante la entrevista, que tuvo lugar el pasado viernes.
"Siempre digo que se pierde muy poco con las reuniones. Pero por ahora, les he dicho que no", agregó el mandatario en aparente referencia a supuestos esfuerzos del chavismo de concertar una cita.
Preguntado en esa entrevista por si se arrepentía de su decisión de respaldar al líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, Trump dijo al principio que "no particularmente", pero luego añadió: "Podría haber vivido con ello o sin ello, pero estaba muy firmemente en contra de lo que está pasando en Venezuela".
"A Guaidó lo eligieron. Yo creo que no estaba necesariamente a favor: a alguna gente le gustaba, a otra gente no. A mí me parecía bien. No creo que fuera muy significativo en ningún sentido", agregó Trump.
El que fuera exasesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, asegura en su nuevo libro que Trump quiso retirar su apoyo al líder opositor venezolano Juan Guaidó solo 30 horas después de reconocerle como presidente interino de Venezuela por considerar que proyectaba una imagen de "niño", frente a la "dureza" de Maduro.
Estados Unidos ya no reconoce oficialmente a Maduro como presidente de Venezuela, y el pasado marzo presentó cargos por narcoterrorismo contra ese mandatario y ofreció 15 millones de dólares por cualquier información que lleve a su captura.
A Trump le gusta negociar directamente con sus enemigos, como hizo en sus cumbres con el líder norcoreano, Kim Jong-un; pero Maduro no solo es alguien que enfrenta cargos federales en EE.UU., sino que además genera animadversión en parte de su base de votantes en Florida, estado clave para su reelección en noviembre.
La postura oficial de la Casa Blanca de Trump siempre ha sido la de rechazar cualquier diálogo directo con Maduro hasta que se "restaure la democracia" en el Estado caribeño.
Sin embargo, el propio Trump ha dejado abierta la puerta a esa posibilidad al menos en una ocasión en público, durante la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2018, cuando ambos coincidieron en Nueva York, aunque la Casa Blanca descartó esa posibilidad unas horas más tarde.
En agosto de 2019, Trump aseguró que su Gobierno mantenía contactos con el chavismo "a muy alto nivel", aunque no quiso aclarar si se refería a conversaciones con el considerado "número dos" del oficialismo en Venezuela, Diosdado Cabello, como apuntaron informaciones de prensa.