El juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional conocerá mañana la medida de coerción contra el cantante de música urbana Omega, imputado por exhibir un arma de fuego en la vía pública, informó este jueves el tribunal.
El Ministerio Público pedirá prisión preventiva en contra de Omega, cuyo verdadero nombre es Antonio Peter de la Rosa, y quien está detenido en el Palacio de Justicia de Cuidad Nueva tras ser acusado de violar la Ley para el Control y Regulación de Armas durante un incidente con el conductor de un vehículo público.
El cantante, quien también se hace llamar El Fuerte y quien ha enfrentado la Justicia en varias ocasiones, quedó captado el domingo en un video cuando, arma en mano, discutía con el conductor de un carro público en la avenida Winston Churchill de Santo Domingo.
Tras la difusión del video ambos llegaron a un acuerdo, cuyos términos no se han dado a conocer pero, según investigaciones del Ministerio Público, "el arma entregada de manera voluntaria por el investigado no se corresponde" con la que utilizó ese día.
Un comunicado del Ministerio Público precisó que "la pistola de electrochoque entregada por Omega tiene unos detalles amarillos que fueron pintados de color negro, con la intención de que se pareciera a la utilizada en el hecho".
"Al analizar las imágenes se pudo apreciar que el arma usada en la comisión del delito tiene un cañón más grande y fino que la entregada a la Policía", agregó la información.
Ante estos hechos, el Departamento de Captura de Prófugos, Rebeldes y Condenados de la Fiscalía del Distrito Nacional ha solicitado al juez de Ejecución de la Pena la revocación de la sentencia que suspendió la pena que cumplía el cantante por violencia de género.
Omega fue condenado en septiembre de 2016 a cinco años de prisión por violencia en perjuicio de su expareja Sahira Valerio, quien le acusó de violencia física, sexual y emocional.
No obstante, de acuerdo con lo dispuesto entonces por el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, el merenguero solo debía cumplir ocho meses en la cárcel y el resto sería condicional a cambio de una serie de acciones que violó, por lo que volvió a prisión y, posteriormente, inició terapias de conducta.