Tiger Woods declaró este martes que Greg Norman, el australiano que dirige el torneo LIV Invitational que ha dividido en dos el mundo del golf, tiene que dimitir para que empiece el proceso de pacificación y cese la guerra civil que sacude el deporte.
En declaraciones este martes a los medios de comunicación en Bahamas, donde Woods tenía que disputar el Hero World Challenge, el golfista dejó claro que Norman "se tiene que ir".
"Y luego, obviamente, su pleito contra nosotros y nuestra contrademanda contra ellos tendrán que ser suspendidos. Y entonces podremos hablar con libertad", añadió Woods.
El deportista cree que hasta que eso se produzca, LIV Invitational y PGA Tour no pueden coexistir en el mundo del golf.
Pero insistió en que va a ser imposible con Norman al frente del torneo alternativo financiado con dinero saudí.
"Ahora mismo, como están las cosas, no. No con su liderazgo y no con Greg ahí y su animosidad hacia el tour. No veo que eso vaya a pasar", explicó Woods que recordó que LIV Invitational fue el primero en acudir a los tribunales.
Desde la aparición este año de LIV Invitational, el mundo del golf sufre una autentica guerra civil en la que deportistas asociados con la nueva competición y los que permanecen fieles al PGA Tour se han intercambiado acusaciones e incluso insultos.
LIV Invitational ha utilizado ingentes cantidades de dinero para intentar captar a golfistas como Tiger Woods o Rory McIlroy.
El propio Norman ha declarado que Woods renunció a 1.000 millones de dólares que le ofrecía LIV Invitational para romper con PGA Tour y jugar en el torneo saudí.