"Te vamo' a mojá, si no cumples con el distanciamiento físico" es la iniciativa que aplica desde este martes la Alcaldía de Santiago, en el norte dominicano, para evitar aglomeraciones en la vía pública durante la cuarentena, bajo la amenaza de recibir un "manguerazo" por parte de los bomberos.
Los camiones de bomberos recorren las calles de la segunda ciudad del país mientras se reproduce una grabación de audio en la que una voz femenina advierte, amablemente, de las consecuencias de no respetar los dos metros de distancia entre personas como método para evitar la propagación del coronavirus.
"Atención, atención. Advertencia. Si no se separan a dos metros de distancia empezarán a tirarles agua para separarles. Esta es una zona de peligro, respete la distancia. Esta es la última advertencia, ya están listos para empezar a mojarlos", previene el mensaje.
Por si la alocución no fuera suficiente, sobre el camión, bien pertrechado con su traje y su casco amarillo, un miembro del cuerpo se aferra a la herramienta de extinción como lo haría un soldado a un arma de gran calibre sobre un tanque de guerra. Solo le falta una mirilla para disparar.
El objetivo de los bomberos y sus mangueras son las personas que están demasiado juntas en las filas de supermercados, farmacias, bancos, remesadoras y otros negocios, y que se exponen a ser la diana de un potente cañón de agua si se acercan demasiado al resto de usuarios.
En Santiago: sin derramar una sola gota de agua, empezó el #DistanciamientoFisico … la forma amable que hemos pedido a la población acatar la medida, hace que voluntariamente se cumpla con esta medida necesaria y vital … 😬#SalvemosVidas pic.twitter.com/oKV3R7tG3j
— Abel Martínez Durán (@AbelMartinezD) April 21, 2020
El Concejo Municipal de Santiago emitió el 8 de abril una resolución declarando al municipio en estado de emergencia pública y riesgo por espacio de 100 días, "a fin de preservar la salud y la vida de sus munícipes en plena pandemia".
La disposición otorga poderes especiales al alcalde de la ciudad, Abel Martínez, quien ha aprovechado sus atribuciones para implantar este inusual método con el que hacer cumplir el distanciamiento social, ante el desorden que se forma en el exterior de algunos establecimientos durante las horas en las que no se aplica el toque de queda, que impide salir a la calle entre las 5.00 de la tarde y las 6.00 de la mañana, horas locales.
"Hemos puesto letreros, usado altos parlantes, marcado la distancia en la fila, enviamos comisiones a cada establecimiento y aún así no respetan el distanciamiento físico", explicó Martínez en su perfil de la red social Twitter.
Asimismo, indicó que los camiones de los bomberos de Santiago están "listos para mojar a los infractores", con el apoyo de las camionetas de la Alcaldía de Santiago provistas de tanques de agua. "¿Qué hacemos, le damos Pa' lante?", agregó.
Según señala el consistorio en su portal web, "la gran mayoría de las respuestas a la propuesta del alcalde Abel Martínez encontraron el visto bueno de la ciudadanía, que también manifiesta preocupación sobre el comportamiento de las personas que acuden a negocios propiciando las aglomeraciones".
En la página de la Alcaldía también hay colgado un vídeo de esta primera jornada de la campaña, en la que no se ha derramado ni una sola gota de agua sobre los ciudadanos, que al ver el operativo no se han arriesgado a sufrir este castigo húmedo, según confirmaron a Efe desde la Estación Central de Bomberos de Santiago.
En cualquier caso, más vale acabar empapado que engrosar las cifras de contagios de la enfermedad, que en Santiago ascienden a 638, del total de 5.044 que se han registrado en el país hasta la fecha, mientras que 28 de las 245 muertes que ha causado la COVID-19 en la República Dominicana corresponden a este municipio, según el último boletín del Ministerio de Salud Pública.