Con casi 400 libras de peso y diversas dificultades derivadas de su obesidad, un taxista pidió ayuda ayer jueves para cambiar la condición de salud que le impide llevar a cabo su vida con normalidad.
A sus 46 años de edad y con tres de sus cuatro hijos dependiendo económicamente hablando de él, Eddy Almonte relató con pesar a Z Digital lo complicada de su situación hoy en día.
“Lamentablemente casi no puedo caminar; para orinar es una película, tengo que orinar sentado; no tengo pene, está arropado con toda esa grasa”, detalló.
Al ser cuestionado sobre su condición médica, asegura que ha ido a varios centros médicos, el último de ellos fue el hospital Dr. Marcelino Vélez, donde además de hacerle varios estudios, una uróloga le recalcó que para poder someterlo a cualquier procedimiento quirúrgico primero tendrá que rebajar considerablemente su peso.
Recordó que tiene alrededor de una década padeciendo de obesidad mórbida, pero manifestó que en los últimos tres años su saco escrotal comenzó a aumentar considerablemente de peso, luego de que lo operaran para retirarle una bola de grasa.
“Después de eso me fue creciendo por el problema de la obesidad”, llegando a pesar actualmente alrededor de 30 libras, creándole una serie de inconvenientes para movilizarse, además de frecuentes dolores.
“Hago un llamado a todas las personas que tengan las posibilidades de tenderme la mano, para yo poder salir de esta penumbra en la que estoy ahora mismo. Les exhorto a que me ayuden para ver cómo puedo volver a ser otra persona”, imploró por ayuda.
Necesita tener calmantes a mano para combatir los ataques de dolor que sufre en sus testículos. “Yo me he puesto malo dos veces y he tenido que llamar al 911, ellos me han ayudado, me han medicado dentro del carro porque no pueden sacarme”.
Almonte expresó que los paramédicos además de ayudarle, también le han aconsejado que busque ayuda, porque no siempre tienen los medicamentos adecuados en la ambulancia.
Reside en el sector Lucerna del Mar, en Santo Domingo Este, en las cercanías del Hipódromo V Centenario, donde trabaja como taxista, aprovechando las temperaturas frescas de las noches.
Su circulación sanguínea se ve afectada por su peso cuando dura horas trabajando, haciendo que se le hinche el escroto de forma tal que no puede caminar.
Narra que en momentos en los que sufre de una crisis de dolor testicular, se ve obligado a durar varios días en reposo, por lo que no puede trabajar.
“Yo lo que quiero es encontrar una mano amiga que me ayude a salir de esto, que me operen, que me busquen una solución”, aseguró.
Dijo estar consciente de que necesita rebajar: “Lo he intentado, pero rebajar en mi condición económica es muy difícil, porque tengo que comer lo que aparezca cuando lo consigo”.
Almonte afirmó que es mecánico profesional, pero que hace alrededor de 15 años se dedica a taxiar, de los cuales lleva ocho en Taxi Popular.
Visiblemente tiene problemas para manejar porque el guía le choca al abdomen y el saco escrotal le dificulta pisar los pedales, por lo que desea poder cambiar de mecánico a automático el vehículo.
Un día en su vida
Paradójicamente, define cada día en su vida como corto y largo a la vez: corto porque quisiera aprovecharlo para hacer tantas cosas que su condición de salud no le permite; y largo porque sus dificultades los hacen difíciles de llevar.
Tal como nos mostró, el proceso para montarse y desmontarse del vehículo es una odisea. A eso se agrega que tiene problemas de incontinencia urinaria, la cual le obliga a orinar sentado inmediatamente siente las ganas.
Asimismo, Eddy confesó que al acostarse no duerme más de 20 minutos: “Me acuesto de una manera y al poco tiempo comienza a dolerme y tengo que cambiar de posición”.
Fotos y video: Merkiseded Avelino