El número de muertos en el condado de Erie, en el noroeste de Nueva York, como consecuencia de la tormenta invernal Elliot, que azotó Estados Unidos el fin de semana de Navidad, ha aumentado a 37, mientras la región intenta recuperar la normalidad.
El máximo responsable político de la región, Mark Poloncarz, aseguró que el Departamento de Salud del Condado "ha confirmado otras 3 muertes".
Estas tres nuevas víctimas mortales se suman a las otras tres anunciadas esta mañana y a las 31 que habían sido anunciadas el martes.
De esas 37 personas, 17 fueron encontrados en la calle, nueve fallecieron por la falta de calefacción, cuatro fueron hallados en un vehículo, otros cuatro murieron por problemas cardíacos y tres porque el servicio de emergencias médicas no pudo llegar a tiempo.
Poloncarz destacó también que "varios cuerpos no identificados en este punto" y ofreció su "más sentido pésame y condolencias a todos los que han perdido a un ser querido a causa de esta terrible tormenta".
Mientras tanto, las autoridades de la zona continúan las labores de reparación y retirada de nieve, sobre todo en el municipio de Búfalo, capital de Erie, donde continúa prohibido circular con vehículos.
La Policía de esta ciudad explicó que 450 máquinas están trabajando en la limpieza de las calles y el alcalde, Byron Brown, anunció la apertura de once líneas de autobús, así como del tren.
Brown también explicó que de los más de 100.000 hogares que se quedaron sin electricidad por la tempestad todavía hay 500 casas que no han recuperado la energía.
Por su parte, Poloncarz subrayó que han sido abiertos varios centros donde se ofrece comida a las personas que no puedan desplazarse hasta las tiendas.
La virulencia de la tormenta en el noroeste de Nueva York, que dejó medio centenar de muertos en todo el país, llevó al presidente Joe Biden a aprobar la declaración de emergencia para el estado de Nueva York, para facilitar la ayuda federal necesaria para paliar sus efectos y atender a los afectados.