¿Son las relaciones íntimas solo de tipo sexual y entre parejas? La respuesta las ofrecen los psicólogos y catedráticos universitarios Edgar Ordóñez y Noel De la Rosa, quienes afirmaron que las relaciones íntimas tienen diversas aristas y no se sujetan solo a lo sexual, como es la creencia generalizada.
Ordóñez explica que los profesionales de la conducta manejan cinco elementos principales sobre la intimidad, que son lo físico o sexual, la parte psicológica o mental, la parte emocional, lo social y lo espiritual.
Expuso que cuando esos cinco elementos se encuentran en equilibrio se puede hablar de una relación íntima.
Sostuvo que como es difícil mantener en equilibrio entre esos cinco elementos, la relación de intimidad puede fallar en la pareja, en la familia a nivel social y espiritual.
Precisó que como la relación sexual es la forma más fácil de interpretar y aceptar, se concibe la relación íntima como la parte del acto sexual, pero ésta va más allá, a partir del punto de vista estructural el concepto.
Expresó que lo más difícil para los humanos es poder mantener en equilibrio los cinco elementos citados, por lo cual surgen las dificultades en las relaciones físicas de las personas.
Noel De la Rosa define el término relación como un conjunto de interacciones que desarrollan los individuos para mantener una vinculación estrecha y lograr la convivencia, sea entre una pareja o entre un conglomerado social, amigos o familia.
Al hacer un enunciado científico sobre el “hoyo negro” en la luna, manifestó que en las relaciones humanas también se tiene una parte “oscura”, que es un elemento que el individuo se rehúsa a revelar, a hacer público, que solo revela a quien se vincula de manera muy estrecha y que estima que se quedará en resguardo personal y no publicitado.
Consideró que las relaciones íntimas están en peligro con el desarrollo de las tecnologías, el impulso de la Internet y las redes sociales, ya que se pierde la intimidad personal y se revelan o se hace público “secretos” que las personas han querido mantener en la oscuridad.
Explicó que el ser humano requiere mantener para sí un conjunto de informaciones que no le interesa compartir ni publicitar, por lo cual mantiene en reserva ciertos tipos de comportamientos y conductas, que sólo compartiría con quienes entiende que no le harían daño.
Pero subrayó que tan pronto se habla de relación íntima, de inmediato se vincula con lo sexual.
Sin embargo, entiende que no necesariamente tiene que ser así, ya que también se desarrollan otros tipos de relaciones entre individuos y grupos que conservan informaciones muy personales.
En cuanto al desequilibrio de la relación íntima, Edgar Ordóñez precisó que hay personas que buscan dejar expresado que tienen cierto “poder” cuando manejan información sobre otro y que pueden utilizar en su contra en un momento determinado. cuando se decide romper algún tipo de vínculo.
Tanto Ordóñez como De la Rosa coincidieron en que la intimidad también se da entre la familia, cuando se mantienen en secreto informaciones sobre padres, hermanos u algún otro miembro, que por razones morales y de valores conceptuales o religiosos se teme revelar o dialogar al respecto entre sí.
En lo relativo a quien tiende a revelar más sus intimidades a otro u otros, ambos entienden que la mujer es más dada a esto que el hombre, el cual dijeron que es más fantasioso y se resiste a revelar situaciones sobre su funcionalidad como hombre, como es el caso de la falta de erección o de deseo sexual.
https://youtu.be/vhx1aTZDfpE