Por Jesús Lozano
El Partido Socialista español (PSOE), que ganó las elecciones del pasado domingo con mayoría simple, avanzó este lunes que quiere formar cuanto antes un Gobierno "progresista" y busca "entenderse" con grupos como la izquierdista Unidas Podemos.
Los nuevos comicios no lograron aclarar el panorama político pero sí causaron el hundimiento del partido liberal Ciudadanos (C’s) y la dimisión de su líder, Albert Rivera, y un fuerte aumento de la ultraderecha de Vox.
Los españoles tuvieron que volver a votar por segunda vez en seis meses porque el bloqueo político derivado de los comicios del 28 de abril impidió la formación de un ejecutivo.
Pero el nuevo resultado no clarifica el panorama, sino que la gobernabilidad "se ha complicado aun más", constató en declaraciones a EFE el politólogo Roberto Rodríguez, de la Universidad española de Comillas.
Más partidos que nunca (19) consiguieron esta vez representación en el Congreso de los Diputados, y una decena de ellos tienen menos de 10 escaños en un Parlamento atomizado, donde aumentan pequeñas fuerzas independentistas, regionalistas e incluso localistas.
A esto se une el ascenso meteórico de Vox (extrema derecha), que se convirtió en el tercer grupo parlamentario con 52 escaños, por detrás de los conservadores del Partido Popular (PP), con 88.
¿Y AHORA QUÉ?
Como en las elecciones de abril, la única posibilidad de gobierno vuelve a girar en torno al PSOE, ganador de los comicios de ayer con 120 de los 350 diputados del Congreso (tres menos que antes), por lo que también ahora tendrá que negociar con otros partidos.
Pero las combinaciones para una mayoría estable de gobierno se limitan debido al desastre electoral de los liberales de Ciudadanos, partido que cayó de 57 a 10 diputados. Su líder, Albert Rivera, anunció su dimisión y el abandono de la política.
Socialistas y liberales podrían haber formado una mayoría absoluta de 180 escaños la legislatura anterior, pero la cerrazón de Rivera a cualquier acuerdo con el líder socialista, Pedro Sánchez, lo impidió.
Ahora, con la debacle de Ciudadanos, se cierra la "vía centrista" de un posible acuerdo de gobierno en España y la única que queda es "por la izquierda", aunque también implicaría la necesidad de contar con nacionalistas vascos e independentistas catalanes, según Rodríguez.
EVITAR TERCERAS ELECCIONES
Sánchez, que gobierna en funciones desde abril, comenzará hoy mismo a hablar con los líderes de otros partidos para "sondear" su opinión y "establecer la dinámica para conformar un ejecutivo lo antes posible" y que "no haya terceras elecciones", anunció hoy el "número dos" del PSOE, José Luis Ábalos, tras una reunión de la dirección del partido en la que se analizaron los resultados.
Sin embargo, Ábalos no aclaró si el PSOE tiene ahora mayor disposición a formar un gobierno de coalición con la coalición izquierdista Unidas Podemos (UP), que le exigía esta condición para apoyar a Sánchez como presidente del Gobierno tras las elecciones de abril.
Sí descartó que pueda haber una "gran coalición" con los conservadores del Partido Popular (PP), ya que ese partido "representa a la derecha y es nuestro adversario político".
El responsable socialista explicó que el objetivo del PSOE es "entenderse" con otros partidos y encarar pactos "con la máxima responsabilidad" para intentar cerrar un acuerdo de gobierno antes de fin de año.
Podemos bajó de 42 a 35 escaños, pero sigue aferrado a formar parte de un Ejecutivo de coalición con los socialistas para apoyar a Sánchez.
El PSOE confía en una investidura parlamentaria de Sánchez como jefe del Ejecutivo con el apoyo de Ciudadanos, UP y los partidos minoritarios más proclives a los socialistas para depender lo menos posible de los independentistas catalanes, pero no esperan nada del opositor PP.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, acusó a Sánchez de haber provocado unas nuevas elecciones que no han cambiado nada, presentó a su partido como la "única alternativa" al PSOE y confirmó que no facilitará la investidura del líder socialista con una abstención en el Parlamento.
En este escenario, según el politólogo Roberto Rodríguez, los políticos están "obligados a dialogar, negociar, no cerrarse desde el primer momento" para acabar con el bloqueo, pues una tercera convocatoria electoral sería "impensable".
La situación es "endiablada", reconoce el profesor de Ciencias Políticas Jaime Ferri, de la Universidad Complutense de Madrid, pero los partidos, coincide, "no se van a permitir terceras elecciones".
Ferri considera un "fracaso" la estrategia de los asesores de Sánchez de que la repetición de elecciones favorecería al PSOE, pues ha perdido diputados.
Este experto plantea la negociación como un "sudoku", donde el PSOE tiene que jugar a "varias bandas" y ofrecer la entrada en el gobierno no solo a UP, sino a otras fuerzas, por ejemplo los nacionalistas vascos.
"A corto plazo hay que sacar un gobierno y un gobierno para que dure uno o dos años por de pronto, y luego ya veremos…", plantea, mientras que a medio plazo hay que buscar "salidas" a cuestiones como las tensiones independentistas en la región de Cataluña.