La integración y el multilateralismo centrarán las conversaciones de la 56 Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) que celebra este viernes en República Dominicana, la primera que se hace de forma presencial desde 2019.
Al pronunciar las palabras inaugurales de la sesión, que se desarrolla en la ciudad de Santiago (norte del país), el presidente dominicano, Luis Abinader, afirmó que la integración de la región "se ha visto hostigada" por elementos como la crisis sanitaria, los fenómenos climáticos y la guerra de Ucrania.
En este sentido, se refirió a las consecuencias sobre las cadenas globales de suministro, lo que hace necesario "diversificar nuestras fuentes de materias primas, incluso productos manufacturados" para afianzar la relación comercial entre los países de la región.
Asimismo, se refirió a la crisis que vive la vecina nación de Haití, cuestión "de suma importancia" para República Dominicana, y afirmó que la comunidad internacional "tiene la obligación de acudir en ayuda de Haití para superar los sufrimientos que soporta ese pueblo y su Gobierno pueda asumir mayor nivel de responsabilidad".
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En este sentido, se refirió a las oleadas migratorias procedentes de ese país, con República Dominicana como principal destino, y al crecimiento generalizado de los movimientos migratorios en toda América Latina.
Para Abinader, "es imperativo" que, desde el SICA y desde cada uno de los organismos donde hay espacios de diálogo, se trabaje en ordenar los movimientos de personas, asumiendo cada gobierno los niveles de compromiso que le correspondan.
Por su parte, el secretario general del SICA, el nicaragüense Werner Vargas, destacó el papel dinamizador del organismo en el diálogo político entre los Estados miembros en el camino a la integración regional mediante la consecución de consensos.
En su intervención, Vargas destacó los logros alcanzados en materia de comercio interregional gracias a las facilidades aduaneras que han permitido emitir hasta 12.000 millones de dólares en exportaciones, así como los avances en el desarrollo de energías renovables, o compra conjunta de medicamentos, entre otros.
El secretario general incidió en el papel integrador del SICA para afrontar retos "tan complejos como la movilidad humana, la inseguridad alimentaria, los efectos del cambio climático, la lucha contra bandas criminales, la inflación y la recesión económica y los nuevos desafíos que se puedan presentar en materia de salud pública".
La agenda de la jornada incluye, entre otros puntos, el traspaso de la presidencia pro tempore, ejercida por República Dominicana en el segundo semestre de 2022, que pasa el testigo a Belice, país que la ostentará en los seis primeros meses de 2023.
Además del anfitrión, Luis Abinader, y de Vargas, asisten al encuentro el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chávez, y los vicepresidentes de El Salvador, Félix Ulloa, y de Honduras, Renato Florentino Pineda.
También están presentes el presidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), el panameño Amado Cerrud Acevedo, y el máximo responsable del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el hondureño Dante Mossi.
La cumbre del SICA, bajo el lema "Adaptando la integración regional a los nuevos desafíos", tiene lugar después de que el jueves los ministros de Exteriores del Sistema se reunirán para definir la agenda de esta cita al más alto nivel y acordaran incluir a Grecia como miembro observador del organismo.
El SICA, fundado en 1991, está integrado por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Honduras, Belice y República Dominicana como miembros de pleno derecho, mientras que México, Estados Unidos y otros países tienen la categoría de observadores regionales.