Damián Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación de Bases de Taxis de NY/Foto Kelvin de la Cruz.
Los taxistas en Nueva York están expuestos a vicisitudes, a situaciones de inseguridad, a las presiones de los operadores de las “bases”, de las autoridades y a los costos por financiamiento que muchas veces lo inducen al sucidio.
Así lo expusieron este domingo representantes del sector en la programación especial de la Z101.3 FM, desde el restaurante Damajuana Café, de Alto Manhattan, en la que dejaron establecidas las diferencias entre dirigentes de la Asociación de Bases de Taxis y los taxistas independientes o “sin bases”, como dicen llamarse.
Héctor Germán, de los taxistas independientes, reveló que unos siete choferes se han suicidado, inducidos por las presiones económicas, debido a los altos financiamientos y las presiones que reciben de las autoridades para que cumplan las normas de la ciudad.
Lee también: Latinoamérica supera ya a Estados Unidos en número de trayectos en Uber
Se quejó de que las autoridades les imponen multas excesivas, acción que definió como un abuso en su contra, como la de 115 dólares por estar estacionado tan solo 30 segundos en un área controlada por parquímetros.
Con respecto a las bases de taxis, se quejó de que éstas les cobran hasta 80 dólares semanal y no reciben adecuados servicios de éstas, ya que apenas les dan servicio de cinco y seis pasajeros, que a siete dólares y 20 o 25 dólares por hora, no les permite cumplir con sus compromisos financieros, de costos y mantenimiento de la familia.
Asociación de Bases de Taxis
Ante las acusaciones de los taxistas, Damián Rodríguez, director ejecutivo de la Asociación de Bases de Taxis, afirmó que éstas constituyen una garantía para los choferes y un elemento de seguridad para los usuarios.
Explicó que mientras a través de la empresa Uber, los taxistas deben pagar el 38% de los recursos brutos que reciben por casa servicio, a través de las bases puedan quedarse con el 100%, situación por la cual muchos que habían emigrado hacia la moderna empresa han vuelto al sistema operativo de las bases.
En torno a las quejas de que las bases no dan suficientes servicios a los choferes afiliados, Rodríguez argumentó que hay un gran problema en el exceso de oferta de taxistas, ya que mientras en el 2011 solo había 38 mil operadores, actualmente sobrepasan los 130 mil, produciéndose una redistribución de los servicios.
Al exponer los problemas que atraviesan los taxistas, citó los elevados pagos por financiamientos de los vehículos, normas excesivas de las autoridades de la ciudad.
Sostuvo que hay una cantidad excesiva de carros en las bases y la demanda de los pasajeros no compensa, situación a la cual atribuye que los taxistas afiliados no reciban suficientes servicios.
Explicó que hay varios tipos de bases de taxis, entre las que están aquellas que operan con los taxis “negros”, que sirven a corporaciones y ejecutivos de empresas; los “amarillos”, que están regulados y registrados por la ciudad, y los “verdes” o “libres”, que tienen diferentes tarifas y no dependen de las bases ni de las aplicacioines de servicios como Uber.
Culpó a Uber, de que haya un exceso de vehículos en las calles, ya que les hizo promesas de mejores remuneraciones por servicios, que indujo a muchos choferes a caer en altos pagos de mensualidades por la adquisición de nuevos vehículos.
Destacó que más del 60% de los taxistas en la ciudad de Nueva York son de origen dominicanos y llevan operando entre 15,20 y 30 años.
Según afirmó, la Industria de moviliza billones de dólares anual, porque socializa los recursos entre talleres, tiendas de respuestos, bancos, el comercio en general y pago de impuestos a la ciudad.
Propuesta
El operador de taxis libres, Héctor Germán, pidió al Gobierno dominicano que flexibilice las exigencias y baje los impuestos en la Dirección General de Aduanas y a través de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), para que los de Nueva York puedan enviar vehículos a República Dominicana.
Argumentó que una vez los choferes terminan de pagar los financiamentos de sus vehículos desean enviarlos a sus familiares dominicanos, pero las trabajas aduanales y de las autoridades de recaudación de impuestos.