El Senado de la República realizó un simulacro sorpresa de emergencia médica con el propósito de preparar y medir la capacidad de respuesta de los colaboradores de la institución, para afrontar posibles eventos de salud dentro de las instalaciones del organismo congresual.
La operación, que se desarrolló bajo la coordinación del dispensario médico del Senado, se llevó a cabo en cada uno de los seis niveles del edificio de la Cámara Alta, donde se simularon emergencias médicas que ameritaron la respuesta rápida de los empleados, quienes pusieron en práctica talleres de capacitación sobre el uso de los Desfibriladores Externos Automáticos (DEA) y la Técnica del RCP (resucitación cadio-pulmonar).
El presidente del Senado de la República, Eduardo Estrella, declaró que los esfuerzos por reforzar la salud ocupacional de la institución forman parte de uno de los ejes estratégicos de su gestión, que consiste en el bienestar de los colaboradores.
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En el simulacro estuvo una comisión de evaluadores que observó las incidencias del ejercicio en cada uno de los niveles de la sede senatorial y calificaron los distintos mecanismos de respuesta a las falsas emergencias.
“El objetivo del simulacro es la puesta a prueba de conocimientos en materia de respuesta a emergencias, mediante la ejecución de acciones primordialmente prácticas, en el marco de un ambiente laboral donde podrían presentarse situaciones de salud reales”, explicó la doctora Keyla de los Santos, encargada del dispensario médico del Senado.
La sede del Senado de la República está desarrollando acciones para asegurar sus espacios de trabajo, con un personal capacitado para responder ante situaciones de emergencia relacionadas con afecciones cardiovasculares, por medio de la colocación de desfibriladores externos automáticos con los que contaba la institución.